El Gobierno estaría preocupado por esta situación y planea intervenir creando un plan regulatorio de precios que garantice el acceso de medicamentos a la población.

Duro de Callar conversó con Rubén Sajem, director del Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos.

Los medicamentos están aumentando sin ningún tipo de regulación del Estado. Esta política de libre comercio, de oferta demanda, ha llegado a que las farmacéuticas desregulen sus precios a un porcentaje mucho mas elevado que el del nivel de la inflación.

Según datos proporcionados por el INDEC, la inflación anual es del 150%, pero los medicamentos han aumentado en lo que va del año 300%.

Lo que dice Sajem, es que preocupa el aumento de los medicamentos más utilizados por los pacientes, muchos de uso en enfermedades crónicas.

El Omeprazol costaba $2000 en enero y hoy supera los $10000 y es uno de los medicamentos más usados en el control de la presión arterial.

Los analgésicos y antibióticos han subido en un mes y medio un 85% promedio desde noviembre a diciembre. Otros medicamentos han subido un 135%. Más el doble.

Un medicamento de los más utilizados, como el Ibuprofeno, de venta libre, costaba $2000 y hoy se está vendiendo casi a $4000.

Las gotas para la nariz pasaron de costar $2000 a $3800.

La Levotiroxina era un medicamento económico, a pesar de que lo cubrían las obras sociales, mucha gente lo compraba de manera particular por su bajo costo, hoy cuesta $11000.

Sajem dice: “Hay dos laboratorios que son los que marcan el precio y aumentan muchísimo y en forma exagerada. Es un medicamento que no debería ser tan caro. Hace mucho que está en el mercado y no es de innovación terapéutica”.

No es la primera vez que los laboratorios hacen abuso de la suba de precios.

“No hay razón ninguna razón justificada para que hayan duplicado los precios”, dice Sajem y agrega:

“Si se fijan en el informe de precios, hasta octubre, venían parejos con la inflación, los aumentos no estaban retenidos”.

Lo que estaría sucediendo con el nuevo gobierno, es que no ha puesto interlocutores, no se sabe si la Secretaría de Comercio seguirá funcionando como tal.

Los laboratorios buscan la mayor rentabilidad posible y van a llegar con los aumentos hasta donde la gente pueda pagarlos. Esa sería la intención del nuevo gobierno.

El director del Centro de Farmacéuticos opina: “El medicamento no tiene precio, se lo ponen de acuerdo a lo que la gente puede pagar”.

También agrega que la gente va a la farmacia con la receta del médico, consulta precios y no compra. También sucede cuando consulta precios de los medicamentos libres y nota el gran salto de precios, como es el caso del Ibuprofeno.

“Esto va a demorar un tiempo hasta que se hagan las mediciones, pero hoy lo estamos viendo en la farmacia”, agrega Sajem.

La libertad de precios que propone el gobierno puede aplicar a otros bienes o productos, pero estamos hablando de remedios y como dice Sajem: “El medicamento es un bien social, es un bien de salud, no hay un consumidor que pueda elegir que comprar”.

En todos los países del mundo, incluso en los más liberales, existe la regulación de precios a los laboratorios. Lo que está sucediendo en nuestro país, es inédito.

“Esto ya sucedió en el pasado, bajó el consumo de medicamentos porque la gente no los podía pagar”. “También hubo problemas con la cobertura de las obras sociales y esto va a volver a suceder”, decía Sajem.

Las obras sociales se abastecen de los salarios de los trabajadores. Si los salarios aumentan un 150% y los medicamentos suben 300%, estamos llegando a un momento donde la ecuación está siendo desfavorable y no van a poder hacer frente a las coberturas.

Lo mismo va a suceder con los medicamentos que hoy el PAMI cubre al 100% a 9 de cada 10 jubilados. El Estado va a tener que sostener de alguna manera al PAMI para que pueda cumplir con la entrega gratuita de medicamentos a jubilados.

“Ahí se va a ver la situación, para ese momento, mucha gente ya va a estar perjudicada y va a haber abandonado sus tratamientos”, finaliza Sajem.

Habrá que esperar que los organismos del gobierno, el ministerio de Salud, la secretaría de Comercio si es que sigue funcionando, puedan reunirse con los laboratorios y atenuar esta situación.

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Rubén Sajem, director del Centro de Profesionales Farmacéuticos Argentinos