La única forma de comer verduras

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Mientras los diputados se dedican a subir en Instagram sus vacaciones, los deportes que practican y sus lujos, miles de personas van al Mercado Central en busca de frutas y verduras que se tiran en los “volquetes” como desechos.

Casi todos estos productos están en mal estado, por eso jubilados, desempleados, trabajadores que no llegan a fin de mes revuelven en los volquetes la mercadería que desechan los vendedores del mercado, buscando la mercadería que “zafa” para llevar a sus hogares.

Mientras tanto, los diputados, como hemos mostrado en TLN Denuncia en muchas ocasiones, viven totalmente desconectados de la “Argentina real”.

Gastón vende verduras en el mercado y cuenta:

“En el volquete está la mercadería que sobra. Por lo general hay remate de mercadería los viernes así que lo que no se puede vender por distintas razones o porque la mercadería está próxima a pudrirse se desecha acá y bueno hay gente que la viene a buscar. Es mercadería que está fea y mercadería que puede llegar a “zafar”.

Pero como decimos, la política siempre anda en “otra”. Laura Alonso, vocera del Gobierno de la Ciudad twittea:

Hasta $900 mil de multa si les gusta hurgar en la basura de la ciudad. Sí, leíste bien.

La orden es clara: quien saque bolsas de los contenedores y deje todo tirado, limpia en el acto o lo paga caro.

Se terminó la impunidad para los “recicladores”. El que ensucia limpia o paga.

Laura Alonso debe pensar que es divertido, un hobby “hurgar” en la basura. Que las personas que lo hacen no necesitan ni de las botellas, vidrios, cartones, sobras de comida para subsistir y que hasta ahora esa actividad recreativa ha sido sostenida con “impunidad”.

Jorge Macri, jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires dice:

“Di la orden al Ministerio de Seguridad y a la Policía de la Ciudad que si encuentran a alguna persona o grupo de personas removiendo basura de los contenedores, les exijan que limpien y ordenen todo de inmediato. Si se niegan que los sancionen”.

No se enteran de que el mercado de Buenos Aires y todos los mercados del interior del país se encuentran abarrotados de gente en la misma situación de pobreza, con el mismo hobby de hurgar en los volquetes para poder comer.

La diputada cordobesa Celeste Ponce visitó “el mejor hotel del Cairo” y así lo comunicó en Instagram.

"Estamos por salir de Jerusalén al Cairo. Es WAW. Pasamos todo, ya está. WAW. Este es un hotel del primer mundo”.

Otra política más que vive en una nube de algodones, alejada de la realidad de su país.

Se preguntará qué comen los argentinos, de dónde comen los argentinos y hasta dónde van a llegar los argentinos que se suman cada día a las cifras de la pobreza.

Le consultamos a la gente que revisa los volquetes en busca de alimentos si lo hace para consumo personal o para revender.

“Son desechos que nos sirven a nosotros para comer. Llevamos para nuestras familias; es un desperdicio la verdad porque hay mucha gente que necesita. En mi casa somos cinco y con lo que junté hoy nos alcanza para dos semanas. Sabemos que puede estar escupido u otras cosas y da miedo porque se encuentra de todo así que depende de la suerte de cada uno. Hay clavos, vidrios, de todo”.

“Se recicla lo que se puede, la cosa está muy jodida. Hay que venir bien temprano para encontrar lo mejor. Para las 12 hs ya empiezan a sacar lo mejor y eso es lo que se llevan. Yo me llevo para comer lo que se usa en el día, para el guiso”.

“Vengo, busco y cocinamos y gracias al volquete no paso hambre y nos cuidamos de los vidrios de los clavos”.

“Estamos comiendo del tacho, lo que tiene que ver que come del tacho tenemos para poner la mesa”.

“Yo no llevo para vender, siempre vengo a buscar porque tengo cinco nietos y los estoy criando”.

Una encuesta realizada en Córdoba los últimos días arrojó resultados alarmantes. La mitad de los entrevistados dijeron que tuvieron que “saltear” una comida porque “no les alcanza” y en general coincidieron en que cada vez más se saltean la cena.

De los encuestados, el 30,7% dijo que en el mes de julio algún integrante de su hogar “tuvo hambre” por falta de dinero. Y el 19,6% reconoció que el mes pasado se “quedaron sin comida en su hogar”.

Otro dato crítico es que “el 90% tuvo que financiar alimentos”, casi la mitad lo hizo a través de la tarjeta de crédito, el 37,2% pidió fiado, el 8,2% pidió dinero prestado y el 10,1% no tuvo que financiar la comida de si hogar.

Es alarmante la situación que estamos viviendo en el país. La muestra del Mercado Central sirve de reflejo sobre cómo están viviendo cada vez más argentinos. 

Si el sueldo promedio es de $400 mil, ¿a quién le alcanza para comer con ese número? Estamos en un país donde hay una inflación en dólares de casi el 80% desde que asumió Javier Milei.

No se trata de culpas y responsabilidades, sabemos que los gobiernos anteriores dejaron su herencia, pero estamos transitando éste gobierno. 

El presidente va por la mitad de su mandato y la inflación en dólares se acerca al 100% y eso ha acarreado a esta situación.

Cuando se le pregunta a Milei sobre si ve o no a los pobres, responde:

Ahora vienen a decir “no se llega a fin de mes”. Es muy interesante porque si fuera cierto ustedes tendrían que caminar por la calle y tendría que estar que estar llena de cadáveres. Es decir ¿nadie se puso a pensar digamos esa pelotudez?

Presidente, si al Mercado Central recurre gente que tiene que revisar y buscar comida en los volquetes ¿puede estar bien Argentina? Un país que produce alimentos en toneladas, el único país junto a Brasil productores en serio de alimentos. 

Superamos con creces el nivel de población para lo que producimos y no vemos que los dirigentes estén preocupados.

Lourdes Arrieta, diputada Nacional, en lugar de trabajar para que la gente no sufra y pase por estas situaciones extremas se dedica a cantar en japonés por televisión.

En el último mes las hortalizas han subido un 5% y las frutas 10%. Se calcula que el consumo ha caído de 73 kg por persona por año a 70 kg. Ya era bajo un 73% y se calcula que va a seguir bajando.

Las últimas estadísticas en salud, las mostramos en un informe de TLN Denuncia, reflejaron que están muriendo personas de la tercera edad como en la pandemia.

Faltan medicamentos, atención en salud, faltan alimentos, tiempo libre, recreación poder hacer ejercicios. Y los legisladores convertidos en “instagramers”.

Un proveedor que le vende mercadería al Mercado Central nos contaba:

“Nosotros compramos mercadería en el interior del país. Tenemos 12 clientes dentro del mercado y también gente afuera y veo que el consumo está bastante frenado. Lo que está costando es la cobranza como si estuviéramos en recesión”.

Un vendedor del mercado relataba:

“Yo vendo el producto más popular de la canasta familiar que es la papa y está parado. Esto todo lo que se tira vuela, desaparece”.

“Cada vez veo más gente que viene a buscar mercadería en el volquete. Estamos vendiendo a menores precios que el año pasado y en menor volumen. A la gente le falta plata, te das cuenta cuando vienen a comprar los comerciantes, les está faltando. La están pasando muy apretados”.

Las redes sociales han ayudado a los políticos a exhibir su vida y mostrar el poco interés por la gente. Vacaciones, disfrute, viajes, canto japonés, deportes, diputadas disfrazadas, otras desnudas y así estamos.

Es cierto que la política nunca fue muy seria pero hoy la situación del país no da para superficialidades, no es el momento cuando la gente cobra $400 mil promedio. 

Deberían dejar de mostrar sus hobbys, como los privilegiados de los recicladores y mostrar que hacen por el pueblo, para que no haya "hurgadores" revolviendo en los contenedores y volquetes.