Policías: entre narcos y cucarachas
El gobierno anuncia que el Plan Bandera ha tenido resultados positivos, ya que la tasa de homicidios ha disminuido y la sensación de inseguridad de los vecinos en Rosario ha comenzado a desaparecer. No se menciona la ganancia de 30 millones por mes que les deja el "curro" de los viáticos de las Fuerzas de Seguridad, ni la convivencia con las cucarachas, la comida con gusanos y los traslados de urgencia por intoxicaciones.
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A pocos días de asumir la presidencia Javier Milei, presentaba junto a la ministra de seguridad de la Nación el Plan Bandera, asumiendo el compromiso de combatir el narcotráfico en Rosario.
El Ministerio de Seguridad reunió a Gendarmería Nacional, la Prefectura Nacional Argentina, la Policía Federal Argentina y la policía de Seguridad Aeroportuaria, quienes integran el comando y tienen la facultad de operar en la jurisdicción de Rosario.
El gobierno realizó un gran movimiento en todos los medios de comunicación y se expandió la noticia como una mega publicidad a nivel nacional. ¿Plata mediante?
Así lo anunciaban los medios.
Ya están en Rosario los helicópteros, barcos, móviles y tropas: los números del despliegue militar para el operativo antinarco.
Se trata de aeronaves, el ARA Ciudad de Zárate y dos lanchas Guardián 22, además de vehículos y personal que colaborará con la movilidad de los efectivos del Plan Bandera.
Diversos barrios de bajos recursos comienzan a militarizarse con la presencia de 2.000 agentes del Ejército y las Fuerzas de Seguridad.
Este es el mensaje que el Gobierno necesitaba que llegara a través de los medios nacionales y en especial a la ciudad de Rosario.
“Este operativo se completará con camionetas y drones”, afirmaron desde el Ministerio de Seguridad.
El ministro de Defensa, Luis Petri decía tener listo el decreto para anular cambios legales que implementó el kirchnerismo.
Policías de la Federal se comunicaron con TLN Denuncia para contar las condiciones en las que viven luego de ser desplazados a la ciudad de Rosario para hacer frente al operativo contra el narcotráfico.
Al ser trasladados a otra provincia, les “deberían” dar 53.887 pesos según la formalidad de cómo se reparten los viáticos según la Superintendencia de Administración. Les dan por día 3.500 pesos como viáticos para almorzar y el mismo monto para la cena.
Consultamos en un kiosko qué se puede comprar con ese monto para almorzar o cenar. Esto nos decían:
“Por 3.500 pesos se complica hoy en día. Podés comprar un pancho, un super pancho, una empanada; con lo justo, muy al límite. Por menos de 3.500 pesos tenés opciones muy limitadas para almorzar o cenar”.
Es un monto además de irrisorio, inviable para que una persona pueda alimentarse correctamente.
Los policías nos enviaron fotografías de las habitaciones que contrata el ministerio de Seguridad para que ellos duerman y fotografías de su almuerzo y cena. Por lo que muestran las imágenes, podemos decir que “lo están pasando muy mal”.
Esto decía el presidente Milei junto a Patricia Bullrich cuando anunciaba el Plan Bandera.
“En la Argentina de hoy el que las hace las paga. Con Patricia tenemos claro eso desde el día uno. Es por eso que llevamos adelante el Plan Bandera para bajar los homicidios y la delincuencia en el lugar que mayor daño ha hecho el crimen organizado, en Rosario, Santa Fe”.
Ahora, según refleja la documentación, se les debería pagar a los efectivos por alojamiento y comida 426.861 pesos por semana. Sin embargo, pudimos corroborar que el monto que están cobrando es 77.757 pesos por semana. El dato fue chequeado con la misma policía y otras fuentes oficiales.
La están robando a las Fuerzas de Seguridad que cobran un salario promedio de 900 mil pesos mensuales.
Entre baños sucios y cucarachas
Uno de los hoteles donde se alojan los policías, es Solanas República, ubicado en la ciudad de Rosario. Nos enviaron una fotografía de la habitación. En 4 x 6 metros hay ubicadas 4 camas y las condiciones de higiene son espantosas.
Revisamos algunas de las reseñas del hotel y nos encontramos con lo siguiente:
“Las habitaciones son chicas, están sobrepobladas. Cada una de ellas son re antiguas, muy poca higiene y sobre todo poca iluminación y ventilación. El aire acondicionado no funciona. El hotel se queda sin luz, sin agua y hay solo dos dispensadoras de agua para todo el edificio, por ende, no se consigue agua ni fría ni caliente. Los ascensores cuando quieren funcionan”.
“Lleno de cucarachas. Los ascensores no tienen mantenimiento, parece que están esperando que pase algo para arreglarlo”.
“Los ascensores no andan nunca y está lleno de cucarachas”.
“Hay cucarachas en las habitaciones, el ascensor no anda bien, es un peligro total”.
“Mala experiencia en este hotel, habitaciones sucias, se queda sin luz, baños sucios”.
Estas reseñas no fue lo peor que vivieron o viven los policías. El ministerio tuvo que trasladar en avión a 27 efectivos que se intoxicaron comiendo hamburguesas en mal estado para que no murieran. Los llevaron al Hospital Churruca.
Pero vamos al segundo hotel contratado. El hospedaje Club Social Argentino Sirio. Este establecimiento directamente no tiene comedor. Los efectivos tienen que trasladarse 20 cuadras para poder almorzar o cenar.
Entre las reseñas, un pasajero que queja de la comida del hotel porque comenta que “siempre tiene bichos o gusanos”.
El dueño del hotel le responde que no es al hotel a quien tiene que quejarse…
En realidad, el comentario habría que enviárselo a la ministra Patricia Bullrich quien fue la encargada de organizar todo el operativo y el traslado de los efectivos para el Plan Bandera. Cómo máxima autoridad debería velar por la integridad de sus efectivos.
El día que anunció el plan en la ciudad de Rosario, la ministra les habló a los efectivos federales: “Los vamos a cuidar” y continuaba con su frase de cabecera “El que las hace, las paga”.
Como antes mencionamos, todos estos descuidos terminaron con 27 efectivos intoxicados por comer hamburguesas.
Se cree que la comida no estaba correctamente cocinada. Anteriormente habían recibido un mensaje que recomendaba no ingerir agua del local y evitar comidas con salsa y carne.
Comen gusanos, conviven con cucarachas y pelean contra los narcos.
No es justificable, pero la policía acatará las órdenes en las marchas golpeando a los manifestantes para no ser trasladados a vivir en pésimas condiciones de salubridad.
Pero la ministra es feliz.
“Estamos en Rosario, el trabajo que se ha hecho aquí es impresionante, se disminuyó todo con el Plan Bandera para todos los ciudadanos”.
La ministra feliz podría dar explicaciones – ya que es incomprensible – por qué los policías no reciben (por Ley) 630 mil pesos por semana.
Lo que aluden para darles a los efectivos solo 77 mil pesos es que el gobierno se hace cargo de pagarles el hotel y la comida y así los efectivos viven entre cucarachas, baños y habitaciones sucias, comen gusanos y tienen que ser trasladados de urgencia a Capital para no morir.
¿Dónde está el negocio?
El curro con el que se quedan, se estima que es un monto de 30 millones de pesos mensuales. Esto le saca la ministra o los jefes de la policía a los efectivos que son destinados a Rosario.
Son las Fuerzas de Seguridad que se trasladan para luchar contra el narcotráfico en una de las ciudades más peligrosas del país. Entran en los territorios donde la policía de la provincia liberaba las zonas más calientes.
En un informe realizado por TLN Denuncia mostrábamos cómo los policías que custodiaban La Salada iban a los almacenes de la zona a pedir descuentos o sobras.
“La policía viene bastante a pedir agua caliente o a veces pancito. Lo más accesible para comprar para ellos es fiambre. Salchichas no, más fiambre. Se los ve pobres porque la verdad ellos tienen que hacer una vaquita entre todos para comprar 600 gramos de fiambre”.
¿Cómo no tener bronca? Repetimos, esto no justifica el accionar violento de la policía contra la ciudadanía en las marchas, pero el accionar del Estado es violento. Los policías cobran promedio 900 mil pesos y no tienen agua caliente ni habitaciones limpias.
El gobierno anunciaba que el Plan Bandera ha tenido resultados positivos ya que la tasa de homicidios ha disminuido y la sensación de inseguridad con la que convivían los vecinos ha comenzado a desaparecer. No habla de los resultados de los efectivos policiales y la ganancia que les ha dejado el “curro” de los viáticos.