Panamá Papers

El 4 de abril de 2016 estallaría en Argentina la noticia mundial de los Panamá Papers. Se denominó así a la publicación de información confidencial de una importante firma de abogados panameña, Mossack Fonseca.

A través de la publicación se revelaron maniobras de evasión fiscal y lavado de activos de miles de personalidades destacadas de todas partes del mundo a partir de constitución de empresas y negocios en el paraíso fiscal centroamericano. Entre los implicados argentinos se encontraba el reciente presidente, Mauricio Macri.

Mirá la explicación de Tomás Méndez:

Poco ruido y muchas nueces

La publicación de dicha información resultó un escándalo mundial, pero aquí no se replicó con la magnitud que hubiera significado el descubrimiento de que el presidente poseía cuentas off-shore. ¿Por qué?

El único medio argentino que sabía de esta información con anterioridad era el diario La Nación de la familia Mitre. Si se atiende a las publicaciones del diario durante esos días se podría comprender mejor la razón de la escasa atención nacional sobre el tema y por qué no se instaló en la agenda mediática.

Tapas de diario La Nación y Clarín del domingo 3 de abril de 2016.

Una teoría

En una editorial, el periodista Carlos Pagni denuncia una maniobra coordinada del Poder Judicial para tapar una supuesta noticia que vinculaba a los principales jueces federales con la falta de acciones judiciales en contra de la corrupción de los gobiernos kirchneristas. Según Pagni, para evitar la esa exposición, los magistrados se apresuraron a dictar la prisión preventiva de Ricardo Jaime.

El día sábado 2 de abril, se detiene a Ricardo Jaime en un enorme operativo policial porque se argumentaba que había riesgo de fuga. Resulta curioso que la causa estaba abierta desde 2009 y que podría haberse fugado mucho tiempo antes. Asimismo, la detención resultó por demás inusual: hubo mucha exposición y movimiento. El verdadero objetivo, claro, era mediático.

Sándwich mediático

Sin embargo, el objetivo mediático de dicha maniobra no era evitar la exposición de los jueces, como sugiere Carlos Pagni, sino la de correr de la agenda mediática la inminente noticia de los Panamá Papers en donde quedaba vinculado el presidente argentino.

Ahora bien, resultaba imposible no abordar el tema que tuvo una magnitud política mundial. No sólo eso, La Nación formaba parte del equipo de investigación mundial que difundió la información, el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ).

Tapa del diario La Nación del 4 de abril de 2016.

La cuestión es cómo se lo abordó. Aquí recurrieron a algunos trucos del oficio para minimizar la importancia. Por ejemplo, se menciona al presidente antecedido por Messi, se aclara que para el gobierno (¡!) no se encontraba delito y se esconde la noticia otorgándole un lugar desfavorecido en el diseño.

Tapa del diario Clarín del 4 de abril de 2016.

En la noticia que cubría el escándalo, aparentemente escrita por el periodista Hugo Alconada Mon, se intenta enfocar el asunto desde una perspectiva general con el objetivo de diluir la gravedad. Recién luego de 250 palabras se nombra por primera vez a Mauricio Macri.

Noticia del diario La Nación.

Para rematar el asunto, el 5 de abril se detiene a Lázaro Báez con el mismo despliegue mediático. El resultado es el revuelo de la agenda mediática y la opinión pública en torno al discurso de la impunidad de la tan denunciada corrpución kirchnerista que dio a Cambiemos la victoria en las elecciones presidenciales de 2015.

Noticia de Infobae del 5 de abril de 2016

Argentina for export

Mientras que en Argentina el conflicto pasaba casi desapercibido, en el resto del mundo nuestro caso no dejaba de llamar la atención.

Portada de portal digital de noticias alemán.

Cuerpo de noticia de portal alemán.

Mientras que prestigiosos medios internacionales como el New York Times consideraban que el caso del presidente argentino resultaba uno de los más graves, y mientras el primer ministro de Islandia, también implicado, renunciaba a su cargo, en Argentina se diseñaban complejas maniobras mediáticas que involucraban la acción del Poder Judicial para apaciguar las aguas.