Si creemos que el racismo es cosa de otros pueblos, estamos equivocados. La discriminación más dañina es la que no se reconoce y se naturaliza. Nuestra sociedad está marcada por la discriminación entre ricos y pobres: es un conflicto que se expresa de muchas maneras y en muchos ámbitos. Durante los últimos días hemos sido testigo de ejemplos repudiables por parte de los sectores más acomodados de la sociedad. Mirá la editorial.