El Proyecto CZEKALINSKI es una investigación científica y médica realizada por investigadores del CONICET que intenta poner a prueba la canasta básica alimentaria del INDEC. Cuenta la experiencia Martín Maldonado, uno de los científicos voluntarios.

El experimento

Un grupo de 3 personas se alimentaría exclusivamente con la Canasta Básica, mientras que otro grupo de igual cantidad de individuos lo haría siguiendo las guías GAPA (Guías Alimentarias para la Población Argentina) que diseñó el Ministerio de Salud de la Nación en el año 2000.

El objetivo es sencillo de comprender: evaluar la idoneidad de la Canasta Básica, un instrumento que está diseñado desde el estado para asegurar un piso mínimo de salud en la población. Es decir, la elaboración de una Canasta Básica fija los estándares de cualquier política de salud.

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Si se tiene en cuenta que este instrumento es utilizado para realizar otras mediciones como el índice de pobreza, la cuestión cobra mayor importancia.

“A mí se me terminaron los alimentos al día 22 del primer mes. O llegás hasta ¾ del mes, o te salteás una comida diaria”, Martín Maldonado, científico voluntario del proyecto.

Mirá la primer parte de la entrevista con Martín Maldonado:

Los resultados

El experimento se llevaría a cabo por un período de 6 meses, pero los científicos que estaban poniendo su propio cuerpo a prueba no pudieron aguantar. Las consecuencias fueron devastadoras para los voluntarios: pérdidas de peso insalubres, interrupción del ciclo menstrual, aumento de triglicéridos, entre otras. El otro grupo que participaba siguiendo las guías APA experimentó efectos muy positivos en su vida diaria. Salvando la obviedad, así de crítica es la alimentación.

“Imaginate el impacto real en la vida real de 3.460.280 argentinos y argentinas en contexto de indigencia, cuyos ingresos ni siquiera les permiten acceder a esta canasta básica que ya demostramos que obsoleta”.

Maldonado tiene en claro que esas consecuencias ocurrieron dentro de un contexto de condiciones controladas, como se denomina científicamente. Sin embargo, cuando no se trata de un experimento del cual uno puede salir, los efectos de alimentarse con esta canasta básica obsoleta en la vida reales son todavía más preocupantes y drásticos.

Mirá la segunda parte de la entrevista con Martín Maldonado:

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Cuestión de números

Ciencia que incomoda es el subtítulo del proyecto, y a la luz de los resultados que arrojan sus investigaciones no podría ser más acertado. Esto nos pone a pensar sobre el verdadero impacto del diseño de los instrumentos de medición en las políticas públicas.

¿Cómo se mide la indigencia? ¿Cómo se mide la salud? ¿Quién diseña esos instrumentos de medición? ¿Son reales o aceptables los criterios en los que se basan? Una pequeña y minúscula variación en el criterio de una estadística y de golpe cientos de miles de personas dejan o empiezan a ser indigentes según un gráfico. Según números y gráficos se trazan políticas públicas; pero un gráfico no es una representación directa de lo que intentar ilustrar sino una metáfora distorsionada. Lamentablemente, a veces esa metáfora distorsionada se emplea deliberadamente para sostener discursos políticos. Los siniestros dichos del excandidato a vicepresidente por Cambiemos son un claro ejemplo.

"Yo creo que el concepto de hambre no es aplicable a la Argentina", Miguel Ángel Pichetto.

Teniendo esto en cuenta, se entiende la urgente necesidad de desarrollar instrumentos lo más honestos y reales posibles para así trazar políticas públicas también honestas y reales.