En menos de una semana España quintuplicó los casos de contagio. Por qué es grave el virus y cuáles son los riesgos de no respetar el aislamiento. Mirá la entrevista a un médico en España.

Poco sentido tiene escribir las cifras si en el momento de registrarlas ya han aumentado. La velocidad y capacidad de contagio del COVID-19 no deja de asustar. Lo que resulta de capital importancia comprender es que si no se toman medidas los casos aumentan exponencialmente.

Desde el comienzo de la epidemia se sabe que no significa un riesgo de mortalidad directo para un gran porcentaje de la sociedad. También se sabe que los más vulnerables son los adultos mayores y en especial aquellos que ya sufren otras patologías.

“La semana pasada teníamos 3 mil infectados y hoy hay 17 mil”, Romano Trionfi.

Sin embargo, aunque la gravedad debería estar fuera de cualquier discusión, a veces no logra darse con las razones que correspondan a esa gravedad si sólo pensamos que se trata de una enfermedad con una tasa de mortalidad baja en relación a otras enfermedades.

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Esto, a su vez, dificulta la comprensión de la importancia de respetar el aislamiento como medida preventiva porque se cree que es una exageración.

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Desde una primera instancia, estamos hablando de vidas humanas y no de números. Por otro lado, se trata de una pandemia: la cantidad de contagios incrementa también la cantidad de muertes.

Sí, quizás pueden encontrarse otras enfermedades que incluso signifiquen más muertes al año que las que va a producir el coronavirus: la diabetes, el cáncer. Sin necesidad de recurrir a otro ser vivo: una guerra o la destrucción de nuestro propio entorno.

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Quedarse en casa

El problema particular al que nos enfrentamos es, nuevamente, la velocidad de los contagios. En otras palabras, el riesgo es el colapso del sistema de salud. Esta es la razón por la cual debemos recurrir al aislamiento. Es el motivo por el cual las principales potencias mundiales se han visto obligadas a tomar medidas drásticas.

"Va a haber más muertes secundarias por pacientes que no se pudieron meter a las terapias intensivas", Romano Trionfi.

En este sentido, el aislamiento no plantea eliminar el virus, algo que no podríamos hacer en 11 días, sino disminuir los contagios en el tiempo. Menos contagios por más tiempo.

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Ningún sistema de salud en el mundo está preparado para hacer frente a los casos de contagio que habría si no se tomaran medidas. El problema se hace más grande cuando recordamos que el coronavirus no es la única enfermedad en el mundo. ¿A dónde va toda esa otra gente?

Entonces sí, medidas extremas para combatir a una gripe.