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Carolina Papaleo no puede definirse con un perfil particular. Es hija de Irma Roy, de quien heredó la vocación por el arte. Su padre es el periodista Osvaldo Papaleo; de él heredó el compromiso ideológico y su interés por la política.

El año pasado terminó la carrera de ciencias políticas y desde entonces ha puesto el cuerpo en la cancha.

Carolina se define como actriz, política, ciudadana, hija de Irma y Osvaldo. Dice que es un “compendio” de sus padres y de las actividades que ha realizado.

Aclara que es producto de las situaciones que ha ido viviendo y transitando por la vida. Si no fuese la hija de dos personas conocidas, si no hubiera tomado cada una de las decisiones que se le presentaron, “hoy no sería la Carolina que soy”.

“Me gusta este momento que estoy pasando de revisión de muchas cosas, es un momento de tiempo para poder pensar”.

Cuenta que en general su vida está llena de actividades y que eso la hace funcionar en “automático”, pero que este momento es más relajado.

Con una herencia tan importante siendo la “hija de”, responde:

“Mi mamá me decía: bastante sanita nos saliste, con los dos locos de padres que tenés”.

Comenzar la carrera de actriz tuvo sus dualidades. Por un lado, mucha gente que la había visto nacer sentía un cariño muy especial por ser la nena de Irma y Osvaldo.

Por otro lado, cuenta que sus padres han sido “muy intensos” y le ha tocado trabajar con gente que no simpatizaba tanto con sus “viejos”. También piensa que hubo gente que no la llamó para trabajar por su “apellido”.

“Por suerte ahora me lo gano sola. Por el apellido que tengo no me llaman porque digo lo que pienso, porque pertenezco a una ideología que no está bien vista. Ser peronista en este país tiene un costo”.

Conversando sobre la expansión cultural de Argentina, opina que el país lo tiene que hacer recuperando lo audiovisual.

“Será que mi palo principal es lo artístico, pero creo que lo cultural es un arma muy potente. Va entrando en lo cotidiano y no te das cuenta”.

Cuenta que Alberto Migré en sus novelas incorporaba el mate para mostrarlo como parte de nuestra cultura.

Sobre la realidad del país, Carolina cree que:

“Milei es el resultado de lo bien que funcionó en las redes. Supo manejar todo eso. Creo que es hijo de la generación que estamos viviendo”.

Opina también que el presidente “salió de la televisión” y que es un producto televisivo, además de pensar que Milei es hijo de la generación de las redes”.

La actriz cree que el gobierno está “ganando por estos días, va ganando por los caminos tradicionales más que por los alternativos”.

Actualmente hay mucha gente que no encuentra en los partidos políticos “representación”. Existe una orfandad de líderes.

También se suman cada día más ciudadanos que votaron al presidente y que dicen “el esfuerzo lo hicimos hasta acá, pero ya no te podemos seguir acompañando”.

Carolina reflexiona: “Yo lo miro desde otro lado y digo ¿pero qué otra cosa podía ocurrir más que esto?”

Milei rompe el contrato social, pero no es el único. También lo hizo Alberto Fernández con su electorado. Dijo: “hagan un sacrificio, todos lo estamos haciendo”, pero él estaba de fiesta y, del otro lado, la gente moría de COVID.

Otro análisis que realiza la actriz es que el gobierno de Milei lleva muy poco tiempo y que Macri tuvo una ventaja al acudir al FMI después de las elecciones de medio término.

“Su gobierno tuvo más tolerancia por la herencia que recibió”.

“El problema ahora es que ya están chinchón menos diez porque vino Macri después del gobierno de Alberto, con una pandemia en el medio”.

La gente se está preguntando si el presidente llega a las elecciones de octubre y, cuando la gente se hace la misma pregunta, es un problema.

Si no llega, va a ser una situación complicada para la política. ¿Quién viene a hacerse cargo?

“El otro día estaba con mi viejo y le decía, caos no, caos no. Te dicen que tiene los minutos contados y eso sería un caos”., dice la política.

Y la realidad es que sí: el nivel de tolerancia es menor, ya que se viene de un montón de años donde ya se quemaron todos los papeles.

Así es como la actriz, una clara referente cultural del peronismo y politóloga, sorprendió en su momento al ingresar a la vida política.