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Independientemente de quién esté en el poder, mantener la Quinta Presidencial de Olivos lleva todo un presupuesto. 

Gastar en reformas, comidas y banquetes lo hicieron todos los mandatarios que pasaron por la Quinta. El tema es que Javier Milei llegó al poder predicando austeridad y ajuste, pero eso no se percibe en su morada, la residencia oficial se está dando un festín de gastos.

Desde que llegó al poder, el presidente decidió que la mayor parte del tiempo la pasaría en la quinta de Olivos. Acondicionó diferentes espacios para trabajar desde allí. A la Casa Rosada no suele ir más de dos días a la semana

Sin embargo, la Quinta no solo es su espacio principal de trabajo, también realiza reuniones con amigos y allegados a los que invita para compartir los fines de semana.

Mientras tanto sigue hablando de esfuerzo, compromiso y austeridad y le dice al pueblo argentino que “lo peor ya pasó”.

Lo que no aclara es que desde que se mudó a la Quinta Presidencial, los gastos en comida y mantenimiento nunca se “ajustaron”.

Es el pueblo el que se ajusta, ajusta y ajusta para pagar los lujos del presidente.

TLN Denuncia tuvo acceso a algunas órdenes de compra para alimentos “premium” que también en algunos casos incluyen la Casa Rosada y Chapadmalal.

José Luis Espert, antes de la alianza con el libertario, así lo definía a Milei.

“Milei, nos conocemos mucho, te conozco mucho. Si hay un político casta en Argentina ese sos vos. Sacate la careta. Yo diría, basta de proyectar en todos los demás lo que sos vos. Si hay un exponente de la nueva generación de la casta política, sos vos”.

Dentro de la lista de compras que se realizan para la residencia de Olivos, se encuentran “los cafecitos”.

Provisión de café en granos, azúcar en sobre y edulcorante con máquinas en comodato.

Las descripciones son muy precisas, además de exquisitas.

Tres máquinas expreso, eléctricas: operación a botonera o computarizada, intercambiador de calor, banda rotativa, carrocería de acero inoxidable mate, negro o platino.

Café en grano, proceso 100% tostado natural, 100% arábigo. Presentación en paquete de 1 kg. Cantidad: 3.000.

Se preguntará el presidente ¿cuántos ciudadanos de a pie, con un ingreso promedio de $600 mil pueden hacer un pedido de esta calidad para “cafecitos”?

El empresario Cristiano Rattazzi, muy cercano al gobierno explicaba:

“Hay gente que empieza a decir, bueno, comeré menos carne. Yo casi no como carne, no es necesario que todos comamos carne; pero tenés dólares verdaderos o pesos verdaderos convertibles en dólares y los podés gastar en lo que necesitás”.

Una lección de cómo un pueblo acostumbrado históricamente a consumir carne puede convertirse en vegetariano gracias al “ajuste”.

Algunos kilos de carne “premium”

Se adquieren productos cárnicos y de pescadería para Casa de Gobierno y RPO por un monto de 225.762.500 pesos.

Por ese monto exigen calidad, el tema es que Javier Milei anunciaba en campaña que venía a comer “panchos”.

“Para mi la comida es una cuestión meramente fisiológica. Si vos me decís un plato favorito, ¡qué se yo, no sé!, me da lo mismo”.

Además de calidad, también se tiene en cuenta la alimentación de los perros del presidente. 

Y no se compra en cualquier carnicería de barrio. RES es una de las carnicerías más exclusivas ¿Y de Macri?

Luego de la invitación a Olivos para comer un asado con los 87 héroes que votaron a favor del veto por el financiamiento universitario, Manuel Adorni decía:

“No termino de entender cuál es el paralelismo entre comer un asado, que de hecho pagamos entre todos y la falta de empatía. No entiendo”.

Mientras tanto Luis Caputo decía ante un aumento: “La carne es un tema muy estacional”.

El presidente en un discurso agradecía: “…en especial a los argentinos maltratados por el injusto modelo de la casta. Los que viven del Estado”.

Debería darse cuenta el Sr. Presidente que el pueblo maltratado desde hace años, pero como nunca en este gobierno, es el que le paga los cortes “premium” y la comida para sus perros.

La casta come como reyes

El monto de la adquisición de frutas y verduras para la Casa de Gobierno y Residencia Presidencial de Olivos se realizó por un monto de 216.704.410 pesos.

Pero pagar ese precio, lo mínimo que se puede exigir es calidad.

Por ejemplo, el ajo debe tener “dientes bien formados”. La albahaca no debe tener “hojas marchitas”. La banana debe ser de tipo premium Ecuador y “sin manchas” y las berenjenas de “buen color púrpura oscuro y con buena forma”.

Antes de llegar al poder el presidente decía:

“En el país que produce alimentos para 400 millones de seres humanos, el maldito Estado se lleva el alimento de 280 millones de seres humanos. Hay 5 millones de argentinos a los que no les alcanza para comer”.

No sabemos si tiene buena memoria o no, pero la casta ahora come con la nuestra.

Pancitos

Adquisición de productos de panadería. Monto total: 19.553.198 pesos.

Algunos de los productos que se pidieron:

  • 5.000 kg de pan tipo mingón blanco.
  • 400 kg de pan tipo mingón negro.
  • 3.600 unidades de figacita árabe blanca.
  • 10.600 unidades de pan de hamburguesa.
  • 5.400 unidades de medialunas de manteca.

¿Y la bebida?

El pedido incluye la residencia de Chapadmalal, la Quinta de Olivos y la Casa de Gobierno. Se pagó 118.341.198 pesos por:

  • 3.456 unidades de agua mineral tipo gasificada x 500 cm3.
  • 2.880 unidades de agua mineral tipo gasificada x 1500 cm3.
  • 5760 unidades de agua mineral sin gasificar por 1.500 cm3.
  • 1.440 unidades de gaseosa envase lata x 354 cm3.
  • 1.920 unidades de gaseosa x 2.250 cm3.
  • 1.728 unidades de gaseosa en lata x 354 cm3.

Todo este gasto para la casta, pero el presidente es agradecido:

“Quiero agradecer a los argentinos de a pie que fueron tratados como ciudadanos de segunda durante décadas y a quienes hoy queremos devolver el lugar que se merecen. El sacrificio que han hecho es conmovedor”.

También prometía que el ajuste no lo iban a sufrir los de abajo ni las personas de bien. Se olvidó.

“No me voy a meter con la gente. Me voy a meter con la casta. Yo hice campaña diciendo que voy a hacer el ajuste y que el ajuste no lo paga la gente de bien, lo pagan los delincuentes. No lo pagan los de abajo, los que cobran un plan, a esos no se los toca de ninguna manera”.

También se necesitan autos de alquiler para el presidente y su familia.

Se contrataron para resguardar la seguridad de la familia del presidente.

Servicio de alquiler diario de vehículos sin chofer para resguardar la integridad del Primer Mandatario y su familia en los actos y presentaciones cuya envergadura lo amerite. Destinado a personal de la Casa Militar de la Secretaría General de la Presidencia de la Nación por el término de 6 meses.

¿Cuánto se pagó? 167.868.778 pesos.

Y la joya de la abuela.

El presidente había anunciado que no utilizaría el avión presidencial y viajaría en aerolíneas comerciales, además de proponer la venta de este.

 Sin embargo, aunque al principio de su mandato viajó por la aerolínea de bandera, la ministra de Seguridad Patricia Bullrich le aconsejó que por motivos de seguridad deje los vuelos comerciales. 

Además de los gastos por cada viaje realizado, para que el avión pudiera quedar habilitado para volar, se gastaron 3.5 millones de dólares.

Solamente en el seguro del avión se gasta la suma de 790.000 dólares.

Mientras tanto con la llegada de Milei se terminó la asistencia alimentaria a comedores, se recortó en puntos tan álgidos como la salud, la educación, la niñez y discapacidad y el presidente comienza a perder la fuerza de sus vetos. 

La sociedad ha comenzado a reaccionar, se manifiesta en las calles de todo el país. Se suponía iba a suceder, pero no se sabía cuándo, ahora sabemos que el momento llegó.