A pocos días de vencer la nueva prórroga de la cuarentena, Alberto Fernández evalúa una extensión hasta el 10 de mayo. Escuchá la entrevista a Pablo Bonvehí sobre los resultados de la cuarentena.

Según el jefe de infectología del CEMIC, Pablo Bonvehí, los resultados del régimen de aislamiento que adoptó la Argentina deben evaluarse en relación. Que el número de infectados vaya en aumento no significa que no funcione, lo que importa es cómo aumentan.

En ese sentido, de acuerdo a la cantidad de casos que tendríamos sin cuarentena, el panorama es favorable.

“Yo creo que los resultados hasta ahora son positivos. Si uno hace las proyecciones de los casos que uno estimaba al comenzar la pandemia en nuestro país, ahora estaríamos cerca de 45.000 casos, y estamos bastante lejos de esa situación”, Pablo Bonvehí.

Otro de los criterios del que se valen los expertos es el índice de duplicación. Durante los primeros días de marzo, expresábamos una duplicación de la cantidad de casos cada 3 días. Según el infectólogo, ese índice logró aumentarse a poco más de 10 días. Este es el factor determinante en lo que se ha referido muchas veces como “aplanar la curva”.

Esto último es importante porque provee algo esencial en los momentos de urgencias: tiempo de preparación.

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La implementación de la logística necesaria para la provisión de insumos médicos por la creciente demanda, la adaptación de los protocolos y la capacitación del personal de salud no son cosas que se puedan hacer de un día para el otro. En todo lo que duró la cuarentena hasta ahora, hemos ganado ese tiempo.

“No se olviden que nosotros teníamos las salas de espera llenas de gente, los hospitales muy concurridos. De golpe tenemos que cambiar nuestra modalidad de atención. La cuarentena permite eso y permite que no haya una saturación del sistema porque ningún sistema de salud lo soporta”, Pablo Bonvehí.

Ante las posibilidades de flexibilización, Bonvehí reconoce que las situaciones de algunas provincias del país son muy distintas a la de las zonas más afectadas, como Buenos Aires, pero advierte sobre el riesgo de bajar la guardia. La facilidad de contagio es un factor de altísima peligrosidad.

El infectólogo manifiesta que desde el comité de expertos que consulta el gobierno son muy conscientes de la incidencia que tiene el aislamiento en los trabajos de muchas personas y que es algo que se tiene en muy en cuenta.

“Las flexibilizaciones son necesarias porque hay gente que, si no trabaja, no puede comer. Esto es una balanza: mientras más flexibilizo más riesgo de casos, más saturación del sistema de salud. A su vez, esa gente [si se contagia] no va a poder seguir trabajando por un tiempo”, Pablo Bonvehí.

Finalmente, el experto es optimista respecto de los avances científicos en la lucha contra el virus. Según él, por la emergencia sanitaria mundial muchos de los procesos de investigación y aprobación científicos serán agilizados, y podemos esperar avances mucho más pronto que en otras enfermedades.