A veces hay que apagar la televisión. En manos de grupos económicos concentrados, los medios de comunicación son el canal perfecto para fomentar el odio. Les molesta un país en donde los pibes de barrio tienen protagonismo, no toleran que las clases populares tengan representación en la cultura o en la política. No pueden pelear por sus derechos. Si tanto les molesta el país en que vivimos, a Viviana Canosa y a sus jefes los invitamos a que prueben suerte en otro lado a ver cómo les va a ellos, los distinguidos.