Majul y Carnota presentaron en la LN+ una “investigación” sobre una supuesta irregularidad en la vacunación. Lamentablemente para ellos, un médico les corrigió en vivo la huevada que estaban diciendo. El desdichado conductor intentó aclarar y se embarró aún más con nuevas confusiones todavía más burdas. Y su ladero terminó quejándose del gobierno, “porque no entienden nada”. Pasá y mirá esta vergüenza de los comunicadores del canal de Macri. Y luego preguntate conmigo: ¿Cómo hacer para seguir creyéndoles siquiera una palabra de lo que dicen?

¡Ay, ay, ay, pero qué confusión hay en esa mesa, Luisito! La mesa periodística más cotizada de la derecha argentina no para de darnos sorpresas.

El video que está al final de este artículo circula desde anoche y es lógico que genere un poco de gracia. Esa mesa periodística -que me hizo recordar al mejor equipo de los últimos 50 años - terminó por desnudar el nivel berreta de las operaciones a las que nos tienen acostumbrados estos operadores de la derecha, que se hacen llamar periodistas, pero que ya sabemos no lo son.

El problema, más allá de que nos generen gracia las patinadas en vivo de Majul, Carnota y Pablo Rossi, es que son éstos (y varios otros) los comunicadores que desde noviembre nos vienen volviendo locos a los argentinos con una mentira tras otra acerca de la vacunación.

Mirá el video

No por reiterativos vamos a ser exagerados. Pero repasemos sobre algunas de las mentiras que nos inocularon:

- Que Argentina no iba a acceder a ninguna vacuna antes de fin de año.

- Que la vacuna Sputnik era veneno, o en el caso de los que la actuaban más de "prudentes", te decían que era una vacuna de origen dudoso, floja de papeles, y sin ningún tipo de validación científica.

- Que las primeras dosis de las vacunas no servían para nada, con lo cual no consideraban vacunadas a las personas que no tuvieran las dos dosis colocadas (lo desmintió la evidencia científica en todo el mundo)

- Que la vacuna china que aplicaban tenía un 3% de efectividad (mintieron confundiendo adrede a la gente, difundiendo datos estadísticos de la Coronavac -que no se aplica en Argentina- con la Sinopharm, que sí se aplica y es por lejos más efectiva).

- Que la trepada en la cantidad de casos y de muertes se debe a que "se robaron las vacunas", cuando está claro que el affaire de las vacunas a lo sumo totalizó 70-100 unidades, y la explosión de casos más bien se debe a la irresponsabilidad de quienes decidieron aperturas insólitas, como las clases presenciales.

Podríamos hacer un capítulo entero hablando de lo que sucedió con el regreso de las clases, pero las cifras de lo ocurrido en CABA, Córdoba y Mendoza, y también en el AMBA -por efecto derrame- creo que hacen redundante cualquier explicación.

Pero sigamos con las mentiras de la mesa de Majul, recordando cuando nos dijo cosas como éstas:

- Que Pfizer había ofrecido enviar 14 millones de vacunas para Argentina antes de fin de año.

- Que las autoridades argentinas le exigieron a Pfizer que operara a través de un intermediario puesto a dedo por el gobierno.

- Y además, que le habían pedido una coima para poder operar en Argentina.

- También nos dijeron que ante las autoridades de la OMS, Argentina había rechazado las vacunas Pfizer por una cuestión ideológica.

- Y ahora, con todas esas mentiras caídas y pisoteadas por la realidad, sale con que hay una "ruta de las vacunas K".

¿TE DESMINTIERON? ¡VAMOS A LA SIGUIENTE OPERETA!

Yo ya no sé qué pensar. Esta gente tiene un problema grande, realmente muy grande, con la realidad. Sueñan con que las cosas son de una manera, pero después la realidad, la verdad, la documentación, los testimonios de sus propios mandantes, terminan desmintiéndolos. ¡Es una cosa de locos! No tienen límites y lo que hacen es pasar a la siguiente mentira.

Pero las cosas quedaron mucho más evidentes, cuando los fantásticos de esa mesa demostraron que no tienen la más puta idea del tema vacunas. 

Aparece Fernando Carnota (que ya sabemos que trabajó directamente coacheando candidatos de Cambiemos en la campaña de 2019), y presenta una supuesta bomba periodística diciendo que a una mujer en Lanús le pusieron la Astrazéneca, pero le anotaron Covishield. ¡Mamita! Y Majul diciendo que lo que vamos a ver "es algo muy interesante y muy preocupante". 

Mientras el desdichado Carnota se incineraba en público y exhibía orgulloso su ignorancia, Majul le hacía de apuntador por detrás, metiendo fichas con ese tono que lo caracteriza. "¿Ahora, dónde está el error?", se pregunta Carnota.

YO TE LO RESPONDO, Fernando. El error está en que ustedes dos se hagan llamar periodistas. 

Pero como si no alcanzara con haber afirmado que Covishield y Astrazéneca era vacunas distintas, el amigo Majul intentó salvar el bochorno, afirmando que el gobierno "tiene que cargar el dato diciendo que es Astrazéneca del Fondo Covishield. Hay que ser precisos", pontificó Pirincho. En serio, dijo eso al aire (vergüenza, no te conozco).

Para terminar de enterrarse aún más, el pobre Carnota, habiéndose pasado ya varios metros de la línea del ridículo público, cerró diciendo: "Eso pasó con muchos. ¡Y es porque lo está haciendo La Cámpora, que no entiende nada...!"

En fin, no se me ocurre un mejor cierre que el que el propio Carnota nos regaló. Disfrutalo/sufrilo vos. Para mí, ya es demasiado...

Mirá el papelón