Los salarios están en los valores mínimos históricos de los últimos 15 años. Los precios no paran de subir. Y en este contexto, los jubilados son los más perjudicados porque son los olvidados del país. Mientras que la canasta básica alimentaria cuesta casi $65,000, con la próxima actualización un jubilado llegará a cobrar un poco más de $25,000. ¿Cómo se puede vivir así? ¿A quién le cierran los números?