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En enero, Paloma Gallardo de 16 años y Josué Salvatierra de 14, salieron de sus casas para ir juntos al gimnasio, pero nunca llegaron. Dos días después de su desaparición sus cuerpos fueron encontrados en un descampado en el partido de Florencia Varela, a metros de las vías del tren. La justicia todavía no ha podido esclarecer el caso.

La causa desde el principio fue complicada. Comenzó con una pésima investigación a cargo del fiscal Hernán Bustos Rivas, una persona cercana al poder y cuando las investigaciones se hacen tan mal, es porque el poder está observando, el poder está detrás.

El día que se encuentran los cuerpos de los jóvenes, el fiscal no dejó preservada la escena del crimen, algo fundamental, que es de manual y que rompe los protocolos provinciales y nacionales de una preservación del lugar el hecho.

Al día siguiente, el descampado donde se encontró a Paloma y Josué fue incendiado intencionalmente, borrando cualquier prueba y rastro que pudiera haber quedado luego del crimen.

El fiscal Bustos Rivas que comienza investigando la causa, se aparta declarando:

“Se presentó en mi despacho a amenazarme con consecuencias laborales si no aceptaba su hipótesis delictiva, si no separaba a la policía bonaerense de la investigación y que tenía como aval a los medios, la procuración y demás actores del “poder” para finalmente lograr su objetivo”. 5 de febrero 2025.

Dos cuestiones. 

¿Cuál sería el problema de las amenazas con recurrir a los medios de comunicación si el fiscal no ha cometido ningún error? Por otro lado, la decisión debería ser al revés. Si un abogado amenaza a un fiscal, quien debe ser separado de la causa, es el abogado, no el fiscal.

Lo cierto es que Bustos Rivas se sentía amenazado por alguien que estaba detrás de la causa y el panorama comenzaba a complicarse. 

El clima se enrarecía, los medios de comunicación comenzaban a tallar hipótesis, habían trascendido imágenes de algunas personas que podían estar involucradas; como policías, comisarios y hasta el propio intendente de Florencio Varela, Andrés Watson. 

Por cierto, figura no menos relevante ya que durante los comienzos de la investigación se escondió de los medios de comunicación y no quiso involucrarse. Una cuñada del intendente, que trabaja en la secretaría del juzgado número 8, justamente interviene en la causa con el fiscal Bustos Rivas.

En las imágenes periciales, se ven personas en la zona de relevamiento de pruebas que solamente están utilizando guantes. No tienen el mameluco ni la protección correspondiente a un escenario en el cual se encuentran dos víctimas.

Los errores o negligencias del fiscal no fueron pocas y la mamá de Josué se estaba dando cuenta de que estaban participando personas que nada tenían que ver en la investigación y estaban “pisando y contaminando” la escena del crimen e interpone una denuncia.

Ante la actividad irresponsable del Fiscal Bustos Rivas se establece: Corresponde a la Procuración investigar si el Fiscal Dr. Bustos Rivas incurrió en una conducta funcional dolosa imprudente y/o mal intencionada, encubriendo con su accionar la posibilidad que nunca se pueda esclarecer el crimen excusándose mediante una “maniobra” por lo menos maliciosa.

La ex esposa del fiscal Viviana Fernández Lecce hace declaraciones donde pone en duda que la causa pueda ser esclarecida, ya que en la justicia algunas causas “se pierden”.

Además, habla de una persona violenta, que le pegaba, que insultaba de manera agresiva a sus hijas. Durante cuatro años no quiso pasar cuota de alimentos a las chicas y que cambió su estilo de vida por completo. Pasó de alquilar una casa con la familia a comprar una casa, tener dos autos Mercedes Benz, viajar dos veces por año a Europa y usar trajes a medida de dos mil dólares. Viviana también recibía amenazas para que deje de pedir la cuota de alimentos y el teléfono desde el cual se realizaban las llamadas era de la fiscalía de Bustos Rivas.

Viviana Fernández Lecce, ex esposa del fiscal Bustos Rivas dice: 

Tuvo episodios de violencia conmigo, de los cuales yo no lo denuncié porque tenía miedo. Después que se va de casa yo ya sí lo denuncio. Un día que vino a buscar a las nenas y se puso muy violento, me dijo que no se llevaba a las nenas. Las chicas esperando ahí con las mochilas. Se subió a la camioneta y no me dejaba acercarme. Cuando yo me iba Mis vecinos vieron todo eso, estaba en pleno centro de la ciudad de La Plata,. I

Se hicieron cuatro pedidos de embargo. ¿Qué hacían con las hojas que pedíamos nosotros? ¡Las rompían! Entonces no había pedido de nada. Cuatro veces se pidió embargo de alimentos. ¡Cuatro años pasamos esto! ¿Qué pasa con el poder judicial?

O sea, fijo de la cual está registrado en mi teléfono. Yo por eso hacía las denuncias. ¡Amenazas de que no pidiera alimentos! ¡O sea, es difícil!

La más chica le pidió si la podía ayudar “papá me podés ayudar con las fotocopias” y le dijo que no.

¿Querés que te nombre los auto que tiene en la puerta de su casa con una persona que le cuida la garita? ¿Miedo de qué tiene?

Si te vas de viaje a Europa dos veces por año... ¿te parece que no es buena?

De un día para el otro me dicen las chicas; papá ya no tiene más el departamento, ya tiene una casa. ¡Qué suerte tenés! digo, porque conmigo alquilaba.

Mil veces pensé que las actividades de él podían poner en riesgo a mi familia, algo pasa.

¿Qué llevó al fiscal a cometer tantos errores en una investigación?

  • No se preservó la escena del crimen.
  • Existió pérdida de evidencia.
  • La policía viralizó las fotos de los cadáveres.
  • El área de investigación fue muy reducida.

Una persona con tantos años de experiencia en la justicia -más de 40- sabía que había que preservar la escena, que debía dejar custodia policial. 

además un intendente que no aparece para dar explicaciones sobre un hecho terrible ocurrido en su partido.

¿No habrá sido que el crimen de los adolescentes tuvo que ver con el narcotráfico y esto los tocaba a todos? Si es así arrastraba a la policía, a la política y a la justicia.

Con tantos años de experiencia Dr. Bustos Rivas: ¿impericia o negligencia?

Fernández Lecce dice: “hay que tenerle miedo, algo pasa”.