El presidente habla sobre la amenaza de la pandemia del COVID-19 y las medidas que tomará desde el gobierno. Mirá la entrevista con Tomás Méndez.

Alberto Fernández conoce con precisión las características del virus y de su infección. Mantiene reuniones semanales con un equipo de médicos y científicos para estar informado al respecto.

Según el presidente, el gobierno ha estado en alerta desde que comenzó la expansión de los contagios, hace dos meses. A su vez, remarca la presencia de controles en los aeropuertos como medida preventiva, así como un seguimiento y aislamiento en cuarentena de los potenciales contagiados y quienes hayan estado cerca.

"Nosotros tenemos que tomar con seriedad este tema. Estamos previniendo lo que podemos prevenir", Alberto Fernández.

Sin embargo, ante las situaciones atravesadas por países como Italia, España y Estados Unidos, la declaración de pandemia por parte de la OMS y los recientes casos confirmados en nuestro país, el presidente cree que hay que extremar los cuidados.

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En este sentido, una de las principales medidas adoptadas estipula que la cuarentena para las personas que provengan de zonas de riesgo será obligatoria. Los pasajeros serán recibidos por autoridades argentinas de controles sanitarios que los llevarán a sus domicilios y deberán permanecer aislados durante 14 días.

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De acuerdo al artículo 205 de la constitución, quien no cumpla con esta última condición estará cometiendo un delito. Si luego de transcurridos los 14 días no aparecieran síntomas, se pueden retomar las actividades cotidianas con normalidad.

“[Si la persona quiebra la cuarentena] va a ser a denunciada por incurrir en un delito contra la salud pública”, Alberto Fernández.

Ciertamente, el aislamiento durante dos semanas conlleva la necesidad de gestionar licencias laborales y académicas especiales. Según informó Alberto Fernández, ya se están resolviendo dichas cuestiones.

Otra de las medidas que ya se han puesto en marcha prevé la creación de una red de 35 laboratorios con la tecnología para poder llevar a cabo los estudios necesarios para la detección de la infección.

Además, el estado intentará regular el comercio de los insumos de higiene, como barbijos y alcohol en gel, para impedir sobreprecios o especulación. En los casos en que sea necesario, proveerá a quienes no puedan acceder a ellos.

“Nunca pensamos que un virus que dicen que se muere a los 26° pudiera desarrollarse en ciudades como Buenos Aires, con 30° o más de temperatura. Pero pasó”, Alberto Fernández.

Frente a las críticas al ministro de Salud, Ginés González García, el presidente no cree que haya habido descuidos o negligencia de parte del funcionario porque las condiciones climáticas deberían haber funcionado como una barrera natural demorando la llegada del virus y su urgencia.

En relación a esto último, insiste en el riesgo de transmitir intranquilidad y en la responsabilidad colectiva del cuidado. La recomendación a los adultos mayores de 65 años, que representan el sector más vulnerable, es que permanezcan en sus casas o minimicen las posibilidades de contagio.

Finalmente, Fernández reitera que se están tomando todas las medidas posibles para evitar que más personas contagiadas ingresen al país, aunque también supone que es posible que ya haya casos de infecciones autóctonas. Aun así, asegura que el país cuenta con las condiciones sanitarias para hacer frente a las infecciones y se muestra optimista.

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