Mirá el editorial de Tomás Méndez

Hasta ahora son siete las personas internadas en Rosario por consumo de cocaína adulterada.

Esto revela que estamos en un grave problema en Argentina. Estamos viviendo en una Argentina narco donde, evidentemente, la política no se está haciendo cargo de esta situación.

La política prefiere pelear y armar internas -tanto en el partido oficialista como en la oposición- en lugar de dar respuestas a la sociedad.

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Es evidente también que el negocio político les salió bárbaro, pero lo que no les salió bien es el costo de vida para la gente: el pueblo lo está pasando verdaderamente mal.

Tras que ocurrió la semana pasada en la provincia de Buenos Aires, el ministro de seguridad bonaerense, Sergio Berni dijo que habían cortado el fenómeno, que se había terminado. Pero 23 jóvenes perdieron la vida y más de 43 estaban internadas.

Pero, sin embargo, el fenómeno se presenta en Rosario.

Habría que ver quiénes son los que mandan este mensaje cortando la droga con veneno o fentanilo. Aparentemente están mandando un mensaje a la política, un mensaje narco muy fuerte que no se presta para la joda, pero que la política sí lo toma como una joda.

La situación es realmente grave. Los médicos están desesperados. Las autoridades de la Secretaría de Gobierno de Rosario no quieren dar la cara respecto de la situación.

Ningún dirigente político quiere dar la cara y dicen que no saben nada. Esto es imposible, porque nosotros manejamos esta información desde hace horas.

Lo que pedimos es que Sergio Berni, Aníbal Fernández, que hablen, para llevar tranquilidad a la gente.

Lo que se puede sospechar es que van a fallecer muchas más personas.

Berni había intentado cortar con muchas organizaciones y advertía a los pibes, les pedía que no consuman lo que habían comprado. Pero no se ve esto ahora desde el Estado, no se ve que se haga la misma advertencia: que tiren la droga que compraron en el barrio Las Flores de Rosario, porque ya hay casi una decena de personas internadas.

Colapsó el hospital Sáenz Peña (de Rosario) porque no hay más respiradores para utilizarlos. Pero, pese a la situación grave, nadie habla del tema. Alguien debería hacerlo.

Tendría que haber alguien encargado de explicar lo que está pasando en Argentina porque si los narcos están experimentando con los chicos, esto significa que muchos más jóvenes van a morir.

Es increíble lo que ocurre. Se los puede escuchar a los políticos hablando de narcotráfico, pero lo que deberían hacer es dejar de pedir guita a los comisarios.

Lo que ocurre es que el político pide $100, pero el comisario le pide al recaudador $120 y este, a su vez, pide $400 en la calle y así funciona el negocio narco.

Cristina Fernández lo dijo: si hay más Fondo Monetario, habrá más merca en la calle.

Esto significa que si hay cada vez menos recursos del Estado en la calle, habrá más narcotráfico, más merca.

La situación es muy grave, porque no hay narcotraficantes sin políticos; no hay políticos sin narcotraficantes y sin la complicidad de jueces federales. Los jueces también viven del delito.

La política y la Justicia viven del delito.

Se vienen días comprometedores para Argentina, porque en marzo había que pagarle 2.700 millones de dólares al Fondo Monetario Internacional, pero no está la plata. Esto implica que habrá recortes. Y si hay recortes, habrá menos plata en los bolsillos de la gente.

Y, es sabido que cuando no hay trabajo, cuando no hay plata, aumenta el narcotráfico. El sistema expulsa a los trabajadores, los deja sin recursos y para sobrevivir se vuelcan al narcotráfico.

Van a morir muchos pibes.