Por la crisis, la gestión de Donald Trump, que logró llegar a una de las tasas de desempleo más bajas de la historia del país, ahora va camino a tocar el otro extremo. Los números surgen de las solicitudes de seguros de desempleo que otorga el Departamento de Trabajo. El costo de las medidas económicas aprobadas no tiene precedentes en la historia de Estados Unidos. Mirá la entrevista a una argentina residente en el país.

Actualmente, Estados Unidos es el país con más infectados del mundo. Hay 558.999 casos positivos y 22.154 muertos. La cantidad de víctimas por la saturación del sistema de salud es tal que en Nueva York se entierran fallecidos en fosas comunes.

Los primeros casos de coronavirus en Estados Unidos aparecieron en enero. Por aquel entonces, Donald Trump se mofaba del virus y de sus posibles consecuencias. Alertado por la gravedad, el presidente comenzó a tomar algunas decisiones, pero permanece firme en no declarar la cuarentena y en priorizar la actividad económica.

“La opinión está como dividida. Él [Donald Trump] osciló entre la seriedad del brote y la necesidad de reactivar la economía. Todavía hay gente que está sufriendo no poder trabajar”, Silvana Petrillo.

De acuerdo a sus dichos, “el remedio no puede ser mucho peor que la enfermedad”, haciendo referencia a lo que significaría una interrupción de la economía. Aún así, el impacto es innegable.

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A su vez, el presidente comparó la gravedad de la crisis con los sucesos del 11 de septiembre de 2001, el acontecimiento más terrible que ha sufrido el país norteamericano en los años recientes. Llama la atención, entonces, que las decisiones no se hayan tomado con anterioridad y que no estén todavía apuntadas a proteger la salud.

“Uno se siente desprotegido porque es por consciencia propia si te cuidás o no”, Silvana Petrillo.

Las decisiones de aislamiento la fueron tomando los gobernadores de cada estado, aunque no son tan estrictas como en Argentina y se aplicaron cuando la cantidad de casos era muy alta. En Florida, por ejemplo, hay toques de queda que funcionan durante la noche. Otros estados han decidido permitir las reuniones de culto en las iglesias o la venta de armas, por considerarlas actividades esenciales.

Según relata Petrillo, las demoras en las medidas nacionales fueron producto de un ida y vuelta entre el Senado y el Poder Ejecutivo. Se discutía la aprobación de un paquete económico de emergencia por 2 billones de dólares (equivalentes a 2 trillones anglosajones) y eso tardó dos semanas. En el medio ocurrió el aumento exponencial de los contagios.

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