Cuando el personal médico entiende que los riesgos de vida de un paciente son altos, depende de su buena voluntad ofrecerles realizar un último contacto con sus seres queridos. Los enfermos están obligados a despedirse a la distancia. Los enfermeros y enfermeras prestan sus celulares y dejan a solas al paciente para que pueda comunicarse privadamente. En medio de una segunda ola y tras un nuevo récord de fallecimientos, es importantísimo comprender realmente la gravedad de esta pandemia. Mirá el video.