Francia es el quinto país más afectado con 10.891 casos de infecciones y 371 fallecimientos. Aún no se toman medidas de cierre de fronteras totales. Mirá la entrevista.

El domingo pasado, 15 de marzo, en el país francés se llevaron a cabo las elecciones municipales a pesar de la emergencia sanitaria mundial por el coronavirus. Hasta el momento regía una mínima restricción preventiva para bares y restoranes.

Sin embargo, hubo un ausentismo de más de la mitad de los electores. De alrededor de 48 millones de personas, sólo el 44% ejerció el sufragio.

“Los países del primer mundo piensan más en la economía que en la salud”, Tomás Méndez.

Como el virus demora en 4 y 5 días en manifestar los primeros síntomas, se teme que ahora comiencen a aparecer los contagios producto de los masivos movimientos de personas que involucran las elecciones.

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Ante el histórico ausentismo, el presidente Emmanuel Macron decidió empezar a tomar cartas en el asunto. El lunes siguiente, la máxima autoridad francesa anunció un impresionante paquete de medidas destinadas a mitigar la crisis inevitable.

“Las medidas que se tomaron en Argentina han sido mucho más rápidas que aquí en Francia”, Facundo Arzamendia.

A la vez que dejó en suspensión las controvertidas reformas neoliberales que se buscaban aplicar, implementó un programa de emergencia cuyo costo se estima en 300.000 millones de euros. El estado se hará cargo de los créditos bancarios de las empresas, así como suspende el pago de impuestos, servicios y alquileres.

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