La actual presidenta del PRO organizó y participó de otra de las ya acostumbradas marchas en contra del gobierno. Esta vez fue en Córdoba, adonde viajó con pasajes emitidos por el Congreso y con dinero del Estado. Allí aprovechó para mantener reuniones políticas y e intentar seducir a gente de la farándula para que sean los nuevos rostros de su proyecto político antipopular.