Todos los lugares turísticos están clausurados, las clases se han suspendido y las calles están desiertas. Está prohibido transitar por la calle sin motivo. El gobierno italiano ya ha sancionado con más de 2.000 multas y 7 arrestos a personas que infringieron las medidas de seguridad.

Italia es el segundo país más afectado por el virus COVID-19. De los países europeos es el que más casos presenta con 15.113 diagnósticos confirmados y 1.045 fallecimientos al día de la fecha.

Ya se anticipa que las consecuencias económicas de la pandemia serán devastadoras para el país que preside Giuseppe Conte. La zona del norte de Italia es la más productiva y la que más se resintió en una primera etapa. Solamente esta zona significa el 40% del PBI de Italia, mientras que el país entero representa el 25% del PBI de la Unión Europea.

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El sábado pasado se filtró la noticia en los medios italianos que un decreto presidencial, ahora en vigencia, declararía como zona roja a la región norte de Italia. Esto generó una ola de alrededor de 25.000 trabajadores que intentaron regresar a sus casas en el sur, expandiendo así la epidemia.

"Estamos encerrados en casa desde el domingo pasado", Alfonso Buono.

En opinión de Alfonso Buono, un argentino residente en Roma, la gravedad de la situación fue subestimada y las acciones tardaron en llegar. Recién el domingo pasado se tomó dimensión a partir de las medidas extremas que decretó el gobierno italiano.

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Todos los lugares turísticos están clausurados, las clases se han suspendido y las calles están desiertas. Según cuenta Alfonso, está prohibido transitar por la calle sin motivo. Para poder salir se debe hacer una declaración jurada demostrando razones válidas para hacerlo. El gobierno italiano ya ha sancionado con más de 2.000 multas y 7 arrestos a personas que infringieron las medidas de seguridad.