La concentración de los medios de comunicación atenta contra la democracia y la accesibilidad de los servicios. Hasta que el gobierno declaró a las telecomunicaciones como servicio esencial, los precios de Internet, telefonía y televisión por cable eran controlados por unas pocas empresas. A pesar de esto, el Grupo Clarín omite las regulaciones del Estado y se maneja por sus propias leyes, con sus propios jueces. ¿Cómo puede pasar esto? Mirá el video.