Ayer, Argentina demostró que puede actuar con prontitud y seriedad; demostró poder estar a la altura de una situación que atraviesa a todo el mundo sin distinción.

Lo que hicimos

Ayer a la noche Alberto Fernández tomó la decisión de declarar la cuarentena preventiva para todo el territorio argentino. Esta situación extrema nos obliga a relacionarnos entre nosotros física e ideológicamente de otras maneras. Llamará la atención que un país tan dividido políticamente como el nuestro todas las medidas han sido acompañadas de todos los sectores.

Quizás un buen termómetro para medir en una escala de importancia sería preguntarnos qué fue del conflicto con el campo y las retenciones. Parece pertenecer a otra época, a otro estado general de las cosas, pero transcurrió hace apenas dos semanas. Prometía ser el nuevo capítulo de un conflicto que hace 12 nos partió al medio, otra de las tantas veces que nos partimos.

Leé también: 140.000 personas que ingresaron al país deberían estar cumpliendo la cuarentena obligatoria

Hoy, en el primer día de una cuarentena de once días, todos parecemos comprender que hay cuestiones que merecen prioridad sobre otras. Semejante coincidencia debería ser motivo de orgullo. Pero no del típico orgullo argentino con halos de superioridad, de haber aplicado antes que Italia y España, países del primer mundo, una medida sanitaria. Caeríamos nuevamente en nuestra propia trampa.

Ayer, Argentina demostró que puede actuar con prontitud y seriedad. En otras palabras, demostró poder estar a la altura de una situación que atraviesa a todo el mundo sin distinción. Ser un país del primer mundo, si acaso eso tiene algo de importancia, no significa que hacia el interior de nuestra sociedad no haya disidencias. Eso no existe en ningún lado de este mundo.

En cambio, significa que compartimos, en el fondo, ideas de qué es lo verdaderamente importante y hay un estado que actúa en consonancia. Entre todas las turbulencias, entre un cambio de gobierno, en el medio de una recesión económica histórica, anoche se decidió que la salud es más importante que cualquier otra cosa, incluso que la economía. Y lo hicimos, extrañamente para nosotros, antes de que el agua nos llegara al cuello.

Sí, habrá siempre una minoría miope incapaz de ponerse los anteojos para ver más allá de sus propios ombligos.

Leé también: Todavía hay 25.000 argentinos en el exterior que quieren volver

Llamamiento a la sensatez

En los últimos días se viralizó el video de una médica española en donde expresaba su preocupación por la situación argentina. Alertaba sobre la necesidad de comprender las medidas sanitarias y nos instaba a ser conscientes de que estamos a tiempo de prevenir lo que ocurrió en España.

“Vosotros, fuera de Argentina, sois noticia porque no os estáis tomando en serio todo lo que es el protocolo de una pandemia”.

Mirá el video

Un argentino residente en España armó un hilo de tuits relatando cómo se vivió la situación en ese país.

Estos ejemplos cumplen un doble propósito: nos aseguran la importancia de las medidas que hemos tomado y la necesidad de respetarlas.