El tema de los desalojos en el distrito más rico del país parece no ser de suficiente interés para la mayoría de los medios hegemónicos que lo único que hacen es debatirse entre la grieta. Pero tampoco parece ser de interés para la política, que lo único que puede atender son sus propias necesidades de cara a una de las peores elecciones desde la vuelta de la democracia. Lo que estos dos actores sociales han perdido es la capacidad de pensar en el otro. Sólo pueden pensar en sí mismos.