Las sociedades asiáticas profesan una cultura reconocida por la consciencia colectiva, el respeto por la norma comunitaria y la presencia del estado. Estas podrían haber sido las claves del éxito de las medidas en la gestión de la crisis en aquellos países. Mirá la entrevista al ex embajador argentino en China.

Hasta el 2019, Diego Guelar fue embajador de la Argentina en China. Conoce de primera mano las características de la sociedad asiática, su cultura y sus diferencias con la nuestra.

A 2 meses de haber sufrido el pico de infectados, China parece haber controlado la propagación del virus que tuvo su primer brote en la ciudad de Wuhan.

En gran medida, nuestro país se inspiró en las estrictas medidas de aislamiento que se tomaron allí cuando la situación se hubo tornado incontrolable.

“Hoy el peligro que tiene China es que el virus entre de afuera”, Diego Guelar.

Otros países de Asia mantienen controlada la pandemia sin necesidad de aislamientos totales, como es el caso de Corea del Sur, gracias a una combinación del control estatal, la recopilación de datos y el respeto por la norma colectiva.

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En contra partida, países como Italia, España y Francia se ven en grandes dificultades para controlar la curva de contagios y dar abasto con la asistencia médica necesaria, incluso con medidas de aislamiento totales. ¿A qué se debe la diferencia de resultados?

 “Fue producto de una enorme disciplina social”, Diego Guelar.

Aquí es donde las características de las sociedades asiáticas tuvieron un papel importante. Históricamente, se trató de sociedades en las que la ética individualista occidental no tuvo grandes repercusiones.

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En cambio, cultivan una consciencia colectiva superior a la nuestra. La comunidad está colocada indiscutiblemente por encima de las prioridades del individuo. Esto se traduce en un riguroso respeto por el estado, que actúa en todos los ordenes sociales a través de un control exhaustivo.

Cualquier sociedad occidental no dudaría en rotular estas acciones de antidemocráticas y autoritarias. Sin embargo, a pesar del marcado verticalismo de las sociedades asiáticas que toleran y ven como positivo ese tipo de presencia del estado, en estos días son la clave del éxito de las medidas en contra de la amenaza del coronavirus.