Es el clásico truco de la derecha. Desde Menem hasta Macri. Convocar a la política a figuras conocidas para colgarse de su fama. Y largarlas al ruedo sin una mínima preparación y sin mayores razonamientos que los que te puede desarrollar un tipo en la cola del super. Las consecuencias de esta forma de construir política y poder las analizamos juntos en esta nota. Ayudame a pensarlas.

Algunos dicen que es un arte. Otros dicen que es una ciencia. También están los que te van a decir que es la continuación de la guerra por medios pacíficos. En fin, la política como concepto puede tener varias definiciones.

Personalmente, creo que la política es un instrumento de cambio. Es una herramienta muy valiosa que permite detectar problemas colectivos y aportar soluciones, también colectivas.

Y sobre este último enfoque es que te voy a invitar a que nos detengamos. Porque el martes, después de entrevistar a Luis Brandoni, me quedé pensando un poco sobre ese concepto. Sobre la necesidad de tener políticos preparados, que entiendan cómo funciona la sociedad, que sepan leer la realidad, que estén despiertos y atentos, y que puedan reaccionar, y también que nos ayuden a pensar como sociedad. Que nos guíen y nos convoquen.

Por eso el martes, después de charlar con Luis Brandoni, un tipo al que todos admiramos por su trayectoria como actor, un artista que sin dudas es brillante en lo que hace. Y que para hacerlo así de bien, tiene que ser muy inteligente, muy observador, muy imaginativo. Pero cuando lo ponés a hablar de política, suena de esta manera. Escuchalo:

Mirá la entrevista

¿Vos lo escuchaste, no? Me tomé el trabajo de transcribirlo acá, porque me dejó con muchas preguntas, a propósito de lo que te decía al principio:

- ¿Qué cree que está en juego en estas elecciones?

- Bueno, las PASO es una elección donde se le da la posibilidad a la sociedad de que eh... eh... eh... elija a los candidatos de su preferencia.

- Sí

- Me parece que es... es... es... es saludable. Me parece que es bueno. No... no... no... no. Me parece que se ha dra... dramazitado un poco, dramatizado un poco. El... el... el... la sangre no va a llegar al río. No creo que sea demasiado... este... Se de... se deciden los nombres y la gente tiene la posibilidad de elegir eso. Y me parece que es sal... sal... saludable.

-En los últimos días trascendió esta información de Bolivia, de hecho hace un ratito lo escuchábamos a un ministro de Bolivia diciendo que hubo triangulación de armamento por Argentina, llegando al golpe en Bolivia. ¿Tiene alguna opinión formada al respecto?

- Sí. Yo creo que es un invento eso. ¡Es un invento!

- Y si se llegara a confirmar eso ¿cómo lo ve?

- ¡Sería graaaaave! ¡Claro!

- ¿Le gustan los candidatos de Juntos por el Cambio?

- Vamos a ver. A mi no... El cambio de... de... de Vidal de la Provincia a la Capital no me parece un acierto. No me parece un acierto, no... Me hubiera gustado que Vidal fuera a la Provincia de Buenos Aires, que era su territorio, donde hizo una gran gestión.

- ¿Y por qué cree que, si hizo una gran gestión, no se presenta en provincia?

- Porque... No sé... porque estuvo un año sin hablar.

- ¿Y por qué cree que estuvo un año sin hablar?

- No sé.

Bueno, yo tampoco sé. Y tampoco entiendo por qué hasta el día de hoy se sigue manejando la posibilidad de tener en las listas de Cambiemos no sólo a Brandoni sino también a figuras como El Dipy, que ya los escuchamos hablar, que ya los oímos repetir esos libretos armados por lunáticos de la derecha que ahora se volvió a cambiar el nombre pero que sigue siendo la misma desde hace dos siglos.

Pasó y sigue pasando actualmente en Santa Fe, donde un humorista genial como Miguel del Sel estuvo a centímetros de ser gobernador y hoy en las encuestas sigue midiendo altísimo. La misma provincia donde Amalia Granata es legisladora provincial y podría ser senadora nacional a partir del 10 de diciembre.

Qué le aportan a la política las figuras como Brandoni

Los cordobeses también lo vivimos con Héctor La Coneja Baldassi, un excelente árbitro, que cuando lo sentaron en el Congreso no hizo un solo aporte en los 8 años que lleva como diputado y más bien se comió un par de denuncias por gestionarle subsidios millonarios del Estado al club de golf de Villa Allende, el más carteludo de la provincia, y donde el intendente es un exjugador de golf, también puesto por el Macrismo y que tampoco entiende nada de política.

¿Y ENTONCES?

A ver. Yo no estoy diciendo que no se tengan que involucrar las figuras públicas en la política. Me encanta que sea así. Eso sí: siempre y cuando sea con algún grado de sustento.

En general la derecha argentina ha sido una gran usuaria de estos atajos. Al carecer de dirigentes "presentables" (vamos a decir cariñosamente), recurren a figuras con alto conocimiento por parte del público, queridas por alguna de sus hazañas deportivas, por sus actividades artísticas o lo que sea. Y de repente, a estas personas las sientan en una banca del congreso, en un consulado en Panamá, o hasta en una gobernación, como pasó con el menemista Palito Ortega en Tucumán, y después las cosas salen como ya sabemos.

Te juro que mientras lo entrevistaba a Brandoni me daba algo así como vergüencita. Sobre todo porque es una figura que todos medianamente admiramos. Sentí ganas de terminar la entrevista cuanto antes. Sentí que tenía que de algún modo evitar que dijera las boludeces que dijo.

Pero bueno, no. No lo hice. Es el juego de la política, y el que quiere jugarlo tiene que hacerlo de esta manera, en público. Para que la gente escuche, razone, compare, y finalmente vote.

Porque para eso está la democracia.