Cuando estuvo al frente de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso hizo confeccionar un “tablero de control” donde guardaba información de espionaje, además de llevar un registro de las actividades cotidianas dentro de las cuales figura, por ejemplo, el contacto con un “capacitador de arrepentidos”. En exclusiva, te mostramos los registros de los ingresos a la OA para que quede claro cómo se armaban las causas con los supuestos arrepentidos. ¿Para qué iban a visitarla a Laurita? Mirá las pruebas.