En tiempos de Bullrich y Majdalani, se compró este millonario software que permite hacer espionaje ilegal sin ningún tipo de control de la Justicia. Fue tan discrecional el uso que se le dio, que hasta recurrieron a él para pinchar los teléfonos de los jugadores de la Selección Argentina, con Messi incluido, en épocas de Rusia 2018. En esta nota vas a entender el rol clave que tuvo un hombre de la AFI cercano a Angelici para concretar la compra y llevar a cabo estas “travesuras” en contra del entonces equipo de Sampaoli. Y la vinculación de la compra de Pegasus con el fallido amistoso que la Selección debió jugar contra Israel en Jerusalén y nunca se concretó.

Un asombroso software. La última tecnología para el espionaje extrajudicial que se maneja en el mundo. Permite instalarse subrepticiamente en cualquier dispositivo celular y desde ahí convertirse en un troyano fantástico, que remite al interesado toda la actividad y toda la información que recibe y que produce la víctima.

Esto incluye capturar las conversaciones en tiempo real, fotos de pantalla, registro de los documentos adjuntos compartidos. Pero también, por ejemplo, permite activar el micrófono y la cámara, para escuchar y ver "en vivo" al objetivo.

Es decir, si te meten el Pegasus en tu celu, prácticamente se metieron en tu vida. De eso no hay dudas. Preguntale a Messi.

Y para esto, aunque no lo creas, no hace falta orden judicial ni control alguno. Es simplemente decidirlo y hacerlo. Ni siquiera hace falta que la víctima caiga en la trampa de hacer click en algún enlace. Ya no. Las últimas versiones de Pegasus, se vanaglorian sus creadores de la empresa israelí NSO Techonolgies, incluyen la tecnología Zero-Click. ¿Se entiende, no?

Con este software han sido espiados, por ejemplo, el presidente de Francia, Emanuel Macron, y el de México, Andrés Manuel López Obrador. Pero también ha sido utilizado para vigilar y perseguir a decenas de miles de militantes, políticos, periodistas, activistas por los derechos humanos. Y también está prácticamente confirmado que Pegasus se metió en el vestuario de la Selección Argentina de Messi y Sampaoli, y causó bastantes problemas. 

LICENCIA PARA LA AFI

Ayer te contábamos que ese programa fue comprado por la Argentina. El producto estrella de NSO Technologies estuvo al menos desde principios de 2016 oficialmente en manos de personal de la AFI, y operativo para instalarse en los teléfonos de centenares de objetivos en nuestro país.

¿Cuánto sale este programita? Si estás interesado en espiar a alguien, mejor olvidate. Para comprar el software hace falta poner sobre la mesa unos 3 millones de dólares. Eso de arranque.

Pero no significa que con eso ya te dan vía libre para usarlo. Negativo. Tenés que agregarle los packs, que salen 1 millón de dólares y te permiten espiar 50 teléfonos. Ése es el paquete mínimo y a partir de ahí podés ir pidiendo más.

Quien estuvo a cargo de la compra del Pegasus en Argentina fue Juan José Galea, director de finanzas en la oscura gestión de Arribas y Majdalani en la Agencia Federal de Inteligencia. Conocido como “El Gordo”, Galea volvió a la administración económica de la misma central de inteligencia de la había formado parte durante el gobierno de De la Rúa como integrante fundacional del “Grupo Sushi” (perdón que te haga recordar esto, pero eran épocas de Fernando De Santibáñez al frente de la SIDE orquestando las operaciones con Mario Pontaquarto para pagar las coimas en el Senado).

A Galea se lo vincula muy estrechamente con Daniel Angelici y con manejos turbios también dentro de la AFA, al punto de que fue el señalado cuando se filtraron escandalosas comunicaciones de los jugadores de la Selección Argentina tras la eliminación del Mundial de Rusia 2018.

“En menos de un mes, a Messi le pisotearon camisetas en Palestina, le adjudicaron la decisión de no viajar a Jerasulén, le viralizaron un video junto a Agüero, le filtraron cuentas offshore en los Panamá Papers, le difundieron una supuesta amenaza del Mossad a su mujer y le hurgaron en la intimidad de su matrimonio”, cronicaba ese año Alejandro Wall para Tiempo Argentino. 

“Entre todo eso, ya se había instalado una denuncia por abuso contra Jorge Sampaoli. Y los jugadores no habían dejado el vestuario fatídico de Rusia que ya les circulaba en sus teléfonos el mensaje de un entrenador que remataba con que en su equipo prefería a Cristiano Ronaldo antes que a Messi. Le siguieron otros, los que señalaban a Messi como el ideólogo de un golpe contra Sampaoli, otros que hablaron de trompadas. Un descalabro televisado minuto a minuto”, describió el autor.

Eran otros tiempos, pero en ese momento Angelici (entonces presidente de Boca) operaba fuertemente para quedarse con todo el poder en la AFA y en Comodoro Py, y acudió a sus amigos de la Agencia Federal de Inteligencia para que el diablo metiera la cola. Por algo todos miraron a Galea.

De hecho, ese mismo hombre había sido el enlace para la organización de un polémico amistoso entre Argentina e Israel para celebrar los 70 años de la creación de ese Estado. Iba a ser el 5 de junio de 2018, semanas antes del inicio del Mundial de Rusia, pero se suspendió a partir de las protestas en Jerusalén, y de grupos de españoles propalestinos en Barcelona, con la consigna: "No laven la imagen de Israel".

Angelici, asegura Wall en su crónica, era el más interesado en concretar el amistoso en Jerusalén. Y aparentemente, el interés más que deportivo de la AFA era político desde el gobierno del espacio hoy rebautizado Juntos.

Pero leíste bien, ¿no? Israel… Galea… espionaje en los teléfonos de la selección… Angelici… AFI… Pegasus. En fin… 

ADÓNDE VOLÓ EL PEGASUS

Lo cierto es que Galea fue el que se encargó de la compra de este software, sobre el cual, después del cambio de gobierno, no se supo más nada. Es decir, una millonaria inversión que hizo el estado argentino a una empresa israelí, que sólo les vende este producto a los estados, con el único objetivo de infiltrarse en las conversaciones de terroristas para así evitar golpes sangrientos como los de la AMIA, hoy nadie sabe dónde quedó.

La sospecha más concreta es que la derecha argentina no sólo le dio un mal uso a ese software mientras fue gobierno, sino que ahora se lo quedó para seguir haciendo sus travesuras.

Hay quienes descartan que en este momento se siga usando el Pegasus. ¿El argumento? "Tienen que poner un millón de dólares para activar nuevas cuentas, y no creo que haya privados en condiciones de solventar eso", nos dijo un serio conocedor del software, en estricta confidencialidad.

Yo me permitiría dudar. Financistas son lo que sobra en la derecha, porque los negocios que hacen cuando son gobierno son mucho mayores.

Si no, acordate el negociazo que hicieron los fondos buitres financiando la guerra informativa y judicial que llevó a Macri al gobierno y a Paul Singer a cobrar y de contado aún más de lo que había reclamado.

Por eso nos permitimos dudar que ese software, comprado con plata tuya, mía y de todos los argentinos, esté finalmente inactivo. Dudo realmente que Patricia, Mauricio y su banda, con todo lo que les gusta meterse en la vida privada de la gente, se estén privando de semejante banquete.