Autopercibidos como la reserva moral y republicana del país, se erigen en salvadores de la patria, cuando en realidad, seamos claros, lo que buscan es pagar menos impuestos y poder fugar la guita a cualquier otro lado. Son los muchachos del campo. Ya voltearon la 125 y la estatización de Vicentín. Ahora van por la Hidrovía.

Son como los rugbiers. Atacan en patota. Se juntan con sus camionetas, convocan a la peonada, arreglan con los medios amigos o la justicia, y salen a largar consignas absurdas, reñidas con la realidad, con el bien común, y en gran cantidad de ocasiones, también con la verdad y con la legalidad.

El patriotismo, la democracia y el republicanismo que tanto declaman, en realidad se los pasan por donde ya sabés. Por eso cuando todavía ni había asumido este gobierno, que ganó en primera vuelta, ya organizaron protestas bajo la consigna Campo + Ciudad, para intentar marcarle la cancha, o más bien alambrarle la cancha a un gobierno que ni siquiera había anunciado decisiones.

¿A qué le temían? A perder los enormes beneficios que habían obtenido con Macri, a cambio de nada. "Nada" para el pueblo en realidad. No vamos a pensar que era un nada absoluto.

Si hay algo de lo que nunca van a carecer los representantes de la derecha del campo argentino es el sentimiento de superioridad. Están convencidos de que son más pulcros, más dignos, más puros y más morales que el resto de los argentinos que no conocemos nada sobre glifosato, soja transgénica o camiones fumigadores.

Son, otra vez, como los rugbiers: sencillamente... superiores. Desde esa superioridad te dicen lo que le conviene al país, aunque "el país" para ellos se termina en la tranquera de su estancia. Obvio.

Y con ese poder de lobby de los que tienen guita y te la refriegan por la cara, se arrogan el derecho de influir. Y de decidir. De arrancar beneficios absurdos cuando gobierna la derecha amiga. Y de fijar límites también absurdos cuando hay un gobierno que intenta poner una pequeña pizca de racionalidad sobre la mesa (“mesa” en sentido metafórico pero también real). 

TE CONVENCEN POR LA FUERZA

Cuando hablamos de fijar límites, no es verso. Estamos hablando del uso de la fuerza. Fijate lo que pasó con la 125. El lockout patronal más brutal de la historia. Piquetes en rutas nacionales durante casi dos meses. El país paralizado y hambreado, gente que moría en ambulancias porque no las dejaban pasar. Pero los tipos eran unos grandes patriotas que defendían los valores morales de la República (después resultó que las retenciones móviles les hubieran convenido, porque vino una baja fuerte de la soja lo que hubiera implicado una menor alícuota).

Fijate lo que pasó con Vicentín. El Estado como principal acreedor de una firma vaciada impunemente, intentó practicar un salvataje para que no se fundiera una de las principales cerealeras del país. Pero, otra vez, se metieron ellos. Patotearon a los interventores, no los dejaron asumir, y con la consigna Todos Somos Vicentin pegada en la luneta de un duna 95, coparon las calles de varios pueblos de Santa Fe (con un intendente a la cabeza -en plena pandemia). Y además, obvio, buscaron a un juez amigo y lograron frenar una medida imprescindible. Resultado: quedó el culerío de acreedores sin cobrar un peso, hoy la firma no tiene actividad, los dueños la fugaron, los trabajadores no cobran y están en la calle; pero eso sí, lograron frenar el “atropello” del gobierno. Resultado: quedó el culerío de acreedores sin cobrar un peso, hoy la firma no tiene actividad, los dueños la fugaron, los trabajadores no cobran y están en la calle; pero eso sí, lograron frenar el “atropello” del gobierno.

¿Te vas dando cuenta? Fenómeno. ¿Y qué es lo que viene? Lo que viene está clarito. Ahora se están organizando para defender el privilegio de varias décadas para sacar la soja sin control alguno (en realidad sí, hay un control "autopercibido", como Guaidó). Por eso se oponen férreamente a que el Estado retome el control, aunque sea provisoriamente, de la Hidrovía del Paraná.

Esa ya está siendo la consigna que se escucha de los veinte diputados y senadores vinculados al campo, pero también de los dirigentes como Etchevehere y de toda la Mesa de Enlace. No quieren que el gobierno intente poner bajo su órbita el colador que armaron para sacar sus producciones sin controles. El Estado ciego les caía muy simpático.

Para que no te queden dudas, mirá este flyer que el fin de semana distribuyeron los muchachos del PRO en Santa Fe y Entre Ríos. Vos sabés perfectamente quién está por detrás, pero también quienes son los que aparecen adelante. Obvio.

Y como si no fuera suficiente con el poder fáctico, económico, político, mediático y judicial que ya tienen, ahora sus representantes más rancios también quieren entrar al Congreso. Como si les hiciera falta.

Todo suma. Si no mirá quién decidió "dar el salto" para ser diputado nacional.

Carlos Iannizzoto, presidente de Coninagro y miembro de la poderosa Mesa de Enlace, ésa que nació para impedir las retenciones móviles que impulsaba Martín "Guga" Lousteau. Quien, dicho sea de paso, como no pudo implementar sus retenciones móviles, directamente se unió a ellos. Pícaro el muchacho.

Pero resulta que ahora lo tenemos al generoso Iannizzotto convencido de que puede retribuir con "valores y principios" lo que recibió de la vida (yo honestamente, Carlos, preferiría que lo retribuyeras pagando los impuestos…).

Y se postula por la separatista Mendoza (que ya sabemos, con Cornejo a la cabeza, labura para los holdings de millonarios europeos, con la Familia Rothschild como motor para llevarse a Europa el agua de mejor calidad en todo el planeta. 

Lo interesante de estos muchachos es el nivel de delirio. Y si no fueran tan peligrosos, hasta serían simpáticos. Pero sabemos que no lo son.

Mirá la estupidez que decía Etchevehere, entrevistado en el canal de Macri, consultado por un periodista contratado por Macri, y luego reproducido en el diario de Macri, y difundido por Iannizzotto que quiere ser diputado:

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Escuchaste bien, ¿no? El corrupto de Etchevehere, que además de corrupto es ignorante o mentirosos (elegí vos), te repite la estupidez de que estamos "a siete diputados de ser Venezuela", pero le agrega que si el oficialismo obtuviera esas bancas podría lograr una reforma constitucional para resucitarlo a Chávez y al Ayatola Khomeini y sentarlos en la Rosada gobernar.

A ver, Etchevehere: no mientas, o no seas burro. Para reformar la Constitución no alcanza con el quorum o la mayoría propia. Hacen falta dos tercios de las bancas. ¿Ves cómo trabajan?

El otro exponente también es un gran conocido por los argentinos. Alfredo de Ángeli, que en épocas de la 125 revoleaba su buzarda por la tele mientras fingía una detención que no fue.

Alfredo es gran conocedor de los problemas del campo y de los argentinos, lo cual no le impidió históricas contorsiones como éstas, que por las dudas te la recuerdo.

Mirá el video

Son los muchachos del campo. Los éticos, los republicanos, los morales, los grandes sacrificados mientras el resto vivimos de planes, los que hacen el aporte patriótico a la Nación.

Son ellos. Vos lo conocés bien. Y sabés que ahora, como siempre, están buscando más poder.

¿Se lo vamos a dar?