En el medio de las peleas en el frente oficialista, quedó por detrás, en un segundo plano, el eje que los vencedores de las PASO plantearon horas antes del cierre de la campaña: barrer con las indemnizaciones de los trabajadores. ¿Por qué lo plantearon en ese momento? ¿Cuál es la jugada que se viene de aquí al arreglo con el Fondo? Dos de los interrogantes que planteamos en este informe y que te van a permitir comenzar a comprender la seriedad de lo que se nos viene.

No. No fue un exabrupto. No se les escapó. No fue un descuido. Fue planificado. Fue orquestado. Con palabras medidas. Con timming. Con astucia. Con coordinación.

Si un frente tradicionalmente recostado sobre la derecha que gobernó para los ricos, si un grupo político con raigambre entre las elites se dedicó a acentuar la desigualdad, y que por tanto siempre en sus campañas hacen todo el esfuerzo para discimularlo… Si esa gente, justamente esa gente, dos días antes del cierre de la campaña te salió con la propuesta de eliminar las indemnizaciones… la pregunta es: ¿Qué estaban buscando? ¿Qué estaban proponiendo? ¿Qué sabían de antemano que nosotros no?

Porque estos tipos, de ingenuos, no tienen ni un pelo. Mucho menos Larreta, obvio. Pero la propuesta de eliminar las indemnizaciones por despidos fue también reproducida por Manes, por Santilli, por Lousteau, por Bullrich. Ni hablar la dupla Milei y Espert. Obvio. Y los medios de ellos, claramente hicieron el resto. ¿Simplemente “floreció la idea”, o hubo algo por detrás?

Antes de respondernos las preguntas del primer párrafo, nos tomemos un rato y pensemos hacia qué escenario nos quieren llevar los que proponen eliminar las indemnizaciones. Pensalo. ¿Cuáles son por excelencia los trabajadores que nos cruzamos a diario en las ciudades y que realmente están en relación de dependencia, ponen el lomo y el riesgo, obedecen órdenes estrictas, sufren medidas disciplinarias cuando no las cumplen, y si llegan a tener una enfermedad, un problema personal, un accidente laboral o un embarazo, no tendrán ni el más mínimo amparo? 

Sí estás pensando lo mismo que yo, entonces estás pensando en esos trabajadores megaprecarizados que trabajan para esas Apps de deliverys tan modernas.

Vos los ves a los pibes de Rappi, de PedidosYa, de Glovo, sudando por cada una de las migajas que reciben de pago al entregar, crepitante, en la otra punta de la ciudad, la superpromo hamburguesa que encargó una mami para que sus nenes se queden tranquilos y no jodan mientras ella salía con las amigas.

Ése es el norte. Ése es el modelo de trabajo que imaginan estos tipos. Esa es la modalidad de contratación laxa que desean para nuestros laburantes. Cero riesgo para el empleador. Cero inversión. Cero capacitación. Cero compromiso. Sin costos de vacaciones. Ni de feriados. Ni de licencias. Ni de enfermedades. Ni mucho menos de despidos. El paraíso de los liberales.

Y esto tenemos que entenderlo en su real dimensión, porque es justamente ése el esquema con el que sueñan. Yo los entiendo. Ellos quieren libertades. Pero libertades para hacer esto. Para tener laburantes en esas condiciones. Para invertir sin riesgo y lucrar sin límites.

Ya sé, ya sé. Me van a responder que gracias a Rappi, Glovo y toda esa runfla (en la que también podemos incluir a Uber, porque la lógica es la misma), hay un montón de chicos y jóvenes que al menos se pueden juntar unas monedas, en un trabajo que en otro lado no encontrarían. Y claro, man. Las miserias planificadas tienen esas ventajas para los empresarios. Ya lo dijo Rodolfo Walsh, y ya lo ejecutó la derecha cada vez que le dimos medio metro de confianza. Generás pobreza para después generar negocios.

Por eso no te confundas: Rappi, Glovo y Pedidos Ya son un emergente de esto. No una solución. Entendámoslo.

Entonces otros te van a decir que también hay cientos de miles de laburantes que están como monotributistas, con relaciones laborales encubiertas que los dejan en las mismas circunstancias. Y que a ésos no les vengas a hablar de indemnizaciones. ¿Qué carajo les va a doler que desaparezcan las indemnizaciones por despido si ellos jamás la verían? ¿Qué les vas a pedir solidaridad para defender “las conquistas laborales”, si justamente por toda esa rigidez del derecho laboral es que ellos están así, precarizados?

Otra vez. Volvemos a lo mismo. Los monotributistas no son una solución. Son un emergente. ¿Y cuándo aparecieron? ¿Con qué gobierno? ¿Te acordás? Sí, con el menemato y todos los sucedáneos. Y desde entonces ya no nos pudimos más sacar de encima ese formato de precarización laboral (eso sí: llevalo a cualquier juzgado laboral y después avísame cómo les va).

La movida para ir por los derechos de los trabajadores tiene su explicación

Entonces, repasemos lo que tenemos hasta acá. Hay un poder real que está pugnando para que se elimine de la legislación laboral el tema de las indemnizaciones por despido. Ese poder real se expresa a través de sus caras visibles, los líderes de la derecha política y mediática. El camino al que nos quieren llevar es ese que te describí. Porque de esa forma “llegarían las inversiones”.

Ahora ponete a pensar. ¿De dónde vendrían esas inversiones? ¿Quiénes son los dueños de esas Apps tan redituables? ¿Quiénes están esperando flexibilización laboral para venir a Argentina, supuestamente a hacer negocios? ¿Quiénes saben perfectamente del potencial de nuestros laburantes, pero también del vigor de nuestras leyes laborales?

Y en ese marco, te invito a que nos preguntemos juntos: ¿Qué negociación crucial está atravesando en este momento la República Argentina? ¿Cuál país es el principal actor en esas negociaciones? ¿Qué poder tienen sobre nosotros como mega-acreedores? ¿Qué creés que podrían estar pidiendo a cambio para aflojarnos la soga? Y lo más importante: ¿Cuál de las dos facciones políticas estaría más dispuesta a concederles esos pedidos?

Bueno, creo que estamos llegando a un diagnóstico más preciso. Si piden flexibilización laboral, es porque saben que Argentina está en una situación desfavorable en una negociación dispar. Saben que es ahora o nunca. Saben que algo groso nos van a sacar a cambio de no pegarnos el tiro de gracia. Y saben que en este contexto va a ser muy difícil decir que no.

Por eso mandan a sus empleados a tirar el tema en agenda.

Y por eso me atrevo a decir, por el timming, que los muchachos del norte sabían perfectamente el resultado de las PASO que a todos nosotros nos sorprendieron.

A todos, menos a ellos.