Para el jefe de los fiscales de Buenos Aires, el encuentro no viola el Código de Ética que él mismo impulsó. Encima, da una versión distinta sobre los motivos del encuentro. El detalle de lo que dijo el alto funcionario de justicia, que hasta ahora nunca había hablado sobre ese escandaloso encuentro.

Como si nada. Como grandes amigos, como si no hubiera pasado nada entre medio, resulta que el 9 de diciembre Julio Conte Grand, Procurador General de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, y Mauricio Macri, compartieron cordial almuerzo en un reconocido restaurante de la zona norte del conurbano.

El encuentro fue fotografiado y la imagen rápidamente se viralizó, generando el repudio y la crítica de buena parte del arco político, al poner en dudas el tratamiento que el Ministerio Público podría darle a "importantes investigaciones penales contra funcionarios del espacio político que lidera Macri y múltiples causas de interés de esa fuerza", según declaró en ese momento el ministro de Justicia de Buenos Aires, Julio Alak.

No era para menos. Sobre todo en momentos en que las causas contra la administración de Macri y sus funcionarios siguen avanzando en distintos fueros.

Las explicaciones fueron escuetas y los rechazos enormes. Ninguno de los protagonistas del polémico encuentro dio explicación alguna. Obvio.

Eso recién sucedería el jueves 27 de enero de este año. Y no de manera pública sino en el marco de la reunión de la Comisión Bicameral de Seguimiento y Fiscalización de los Organismos de Inteligencia.

En esa ocasión fue citado el propio Julio Conte Grand. No para hablar de su almuerzo con Macri, sino para responder preguntas y dar explicaciones por la Gestapo antisindical organizada por la AFI y el gobierno de Vidal, y la supuesta coordinación con la Procuración que Conte Grand conduce.

La exposición duró más de dos horas y media, y bastante al final, el “invitado” dio su versión sobre ese polémico encuentro del que nunca había hablado.

NO ME PARECIÓ IMPRUDENTE

Según pudo reconstruir ADN a partir de testimonios de algunos de los integrantes de esa reunión, Conte Grand negó el carácter polémico de esa reunión, a la que ni si quiera consideró imprudente.

"Me reuní en un lugar híper público. Me convocó él (Macri) por una cuestión vinculada a que quería tener conocimiento de un problema familiar por el que yo vengo atravesando. No me pareció para nada imprudente", dijo convencido.

Hasta ese momento, la única versión que habían hecho circular desde Cambiemos, sobre los motivos de la reunión, era que Macri lo había querido invitar a participar de la Fundación FIFA (¡cuándo no!). Al menos así lo hizo saber La Nación, cuando se arrojó encima de la granada para intentar reducir los daños de la escandalosa foto. "El encuentro se gestó a raíz de un llamado de Macri a Conte Grand. El expresidente quería contarle al procurador un plan a largo plazo de la Fundación FIFA al que quiere incorporarlo en el futuro", escribió el periodista José María Costa en el diario ¿de Macri?.

Durante la reunión de la Comisión Bicameral, uno de los integrantes intentó hacerle entender que "el expresidente también está imputado en causas que tienen que ver con espionaje ilegal", investigaciones en las que están involucrados fiscales que actuaban bajo la órbita de Conte Grand.

-¿No le parece que el propio Código de Ética que usted sancionó, está siendo violado por el procurador?, le preguntaron.

La alusión tiene que ver con que el Código de Ética impulsado bajo la gestión de Conte Grand, dedica parte del articulado a advertir sobre la inconveniencia de que los miembros de la Procuración mantengan reuniones con dirigentes políticos (art 7).

De paso, le recordaron a Conte Grand que él mismo participó, en persona, de algunos de los recordados timbreos que protagonizaba Macri, su compañero de almuerzo en ese mediodía de diciembre último.

El funcionario admitió haber participado de los timbreos, pero dijo que concurrió "para poder responderles cuestiones legales a la gente". En serio. Respondió así, pero ése es otro tema.

Otro de los participantes de la reunión (a la que también asistió Cristian Ritondo), en pretendido "tono didáctico" le hizo saber a Conte Grande que "es muy importante que los procuradores mantengan absoluta distancia e independencia respecto a estas cuestiones. Pero, bueno, es una decisión suya".

Conte Grand siguió haciéndose el distraído (se me ocurre otra palabra), como durante las dos horas y media en las que respondió preguntas: "Bueno. No está en mi jurisdicción. Pero lo voy a tener muy en cuenta".

Estoy convencido de que Conte Gran tomará nota de la lección, y con seguridad su próximo almuerzo con Macri será en Quinta Los Abrojos.

¡No vaya a ser que aparezca otro fotógrafo!