La grieta ahora es guerra
Frente al fallo contra Cristina Kirchner y el efecto que produce en la gente, Stolbizer decía: “...ella está tratando de construir, a partir de su victimización, un mito que nos encuentra hoy con mucha gente en la calle y la irresponsabilidad de muchos dirigentes políticos que llaman prácticamente a levantarse en contra de un fallo judicial.”
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La expresidenta de la Nación fue condenada a 6 años de prisión y se ratificó su inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos. La Corte Suprema de Justicia dejó firme el fallo contra Cristina Kirchner en su contra por la causa Vialidad.
La exmandataria tiene un plazo de cinco días para presentarse ante la justicia para comenzar a cumplir su condena. Su abogado ya pidió prisión domiciliaria.
En nuestro país, cuando uno tira una chispa, no se sabe cómo puede reaccionar la gente.
Lo que sí sucedió apenas se dio a conocer el resultado del fallo contra Cristina, es que comenzaron a agruparse movilizaciones espontáneas en distintos puntos de la provincia de Buenos Aires, en los accesos a la ciudad de CABA, hubo cortes con movilizaciones en Rosario y en otros lugares del país.
El dato
TLN Denuncia obtuvo la siguiente información que llamó la atención. Algunas internas de Ezeiza contaron que desde hace días estaban siendo trasladadas a otros pabellones ya que en número 7, se estaban colocando cámaras de seguridad y drones por la posible llegada de Cristina Fernández.
Esto indica que el resultado del fallo estaba resuelto desde hace un tiempo.
Pero más allá del resultado de la justicia, hay un tema que debe preocuparnos como argentinos.
¿Qué va a pasar con vos, con nosotros, con nuestra economía y nuestra paz social?
Lo que todos los argentinos queremos es evitar en un círculo de violencia, agresiones y muertes. Pero no sabemos si esto va a pasar o no.
Margarita Stolbizer, diputada de la Nación por la provincia de Buenos Aires y presidenta del partido GEN, decía lo siguiente:
“Hay una cuestión que me parece preocupante, que es lo que pasa en la calle. Porque ella está tratando de construir atrás de su victimización un mito que nos encuentra hoy con mucha gente en la calle y la irresponsabilidad de muchos dirigentes políticos que llaman prácticamente a levantarse en contra de un fallo judicial”.
Podemos ver dos puntos de vista que tienen que ver con la realidad.
El presidente Javier Milei minutos después de conocerse la noticia publicaba en X.
“Justicia.
Fin.
PD: La República funciona y todos los periodistas corruptos, cómplices de los políticos mentirosos, han quedado expuestos en sus operetas sobre el supuesto pacto de impunidad”.
También el partido de Mauricio Macri se pronunciaba en la misma red social.
“Justicia confirmada. Justicia demostrada”.
Y finalmente la ministra de Seguridad Patricia Bullrich decía.
“Cristina Kirchner, condenada por corrupción. Tres instancias, cientos de pruebas, todas las garantías del debido proceso.
Hubo justicia. El que las hace las paga”.
En un país convulsionado y acuciado por la economía, ¿se puede estar digitando algo para que Argentina entre en un cono de violencia?
Veamos. Dejemos por un momento la figura de la expresidenta. Esto no es un consuelo ni una justificación, pero Cristina cumplirá condena domiciliaria en un departamento o casa con todas las comodidades. Pero pensemos en nosotros, el resto de los argentinos.
¿Qué se está buscando en este momento histórico del país?
El 10 de junio de 2025 va a quedar asentado en los libros como un día histórico porque una expresidenta de la Nación fue condenada.
Lo que no tiene que ser historia, lo que no tiene que suceder frente a esto, son los hechos de violencia.
El poder real
Los tres jueces de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Rosatti, Rosenkrantz y Lorenzetti, son quienes realmente manejan el país.
La dirigencia política se queja de los jueces y fiscales, pero ¿quién los designa para ocupar sus puestos?
Si hay alguien que tiene potestad sobre los jueces y fiscales en nuestro país, esa es la propia dirigencia política.
Y convengamos; acá nadie puede hacerse el distraído. El kirchnerismo, el radicalismo, el PRO, LLA, todos han designado jueces. Cada uno de los que llega al gobierno “propone y pone” gente de la justicia.
Después terminan respondiendo a la dirigencia o capaz que comienzan a ser manipulados y se pasan a otro lugar.
Entonces, que la política se haga cargo de a quienes designa como jueces porque después nosotros, los ciudadanos de a pie, terminamos siendo las víctimas reales. Estos jueces no solamente juzgan a Cristina Fernández, nos juzgan a nosotros también.
Ayer en el acto en la sede del Partido Justicialista, Cristina decía:
“Esto no tiene final feliz, el poder económico lo sabe y necesita que cuando este monigote que tenemos de presidente no les sirva más… no es culpa de él, lo votaron, hacernos cargos de una buena vez, lo votaron”.
Y sí, hay que hacerse cargo de Javier Milei ocupando la presidencia. Hay que asumir responsabilidades en la política, ¿quién lo financió y quién estuvo detrás de Milei?
La dirigencia política en algún momento va a tener que decir, nosotros hicimos mal las cosas y en algún momento se nos ocurrió que Milei podía ser la piedra en el camino de algún otro proyecto.
Y contestarán ¿quién lo financió a Milei para llegar a ser presidente, a quién le convenía?
Porque Milei no llegó como un outsider, llegó con acuerdos políticos con el peronismo, entre otros... y con acuerdos económicos también. No nos engañemos, no llegó gracias a las redes sociales y a Lilia Lemoine.
Y es así, dentro del sistema político las cosas siempre son bastante oscuras.
Decía el juez Ramos Padilla: “Tenemos una corte corrupta, tenemos un sector del Congreso con gran corrupción. Cambian un voto por una embajada o por dinero”.
Hablamos de jueces, fiscales, congreso corrupto, empresarios, periodistas y políticos corruptos y la realidad es que éstos nunca van a estar en una movilización popular, estos actores que manejan el hilo de la sociedad no se van a exponer.
Siempre va a ser repetitivo el esquema donde el laburante salimos a la calle para pedir por una justicia menos corrupta o por alimentos para todos o por una vida más digna para nuestros jubilados.
Antes de que se conociera el fallo de la Corte contra Cristina, se habían preparado 400 efectivos policiales. Minutos antes de anunciarlo se pidieron 400 efectivos de las fuerzas más vallas de seguridad y sí, los jueces salieron por la puerta de atrás.
Por eso el poder real nunca va a tener problema de convivir con la muerte; pero sí quienes se movilizan y manifiestan. Laburantes del Garrahan, jubilados, los desesperanzados con la justicia por el fallo de Cristina.
El gobierno no debe twittear después de un fallo tan sensible que divide a la sociedad. Es seguir profundizando la grieta.
Pero estamos en un año electoral y les sirve y la economía explota y esto es verdad. ¿Culpa de Milei? No solo por él, también las gestiones anteriores fueron pésimas administradoras, entre ellas la de Cristina Kirchner como vicepresidenta de la Nación.
No se trata de determinar responsabilidades, el tema es que los ciudadanos comunes no seamos como siempre “el pato de la boda”, solo eso.
La realidad es que el fallo produce consecuencias que potencian la grieta y afirma el descrédito que tiene la justicia. Quienes apoyan y creen en Cristina Fernández, la siguen apoyando pese al fallo y quienes la consideraban una delincuente, ya lo hacían antes del fallo, con lo cual, el dictamen de estos tres jueces no cambia nada, ni para un lado ni para el otro.