La actual diputada nacional fue querellada por el empresario Pedro Etchebest, quien la llevó a la Justicia por haberlo tratado de "proxeneta" en un programa de TN. Su defensa hizo todo lo posible para evitar un juicio que sería bochornoso. Casi lo logra.

Cien lucas. Cien mil. Un miserable 27% del sueldo que le pagamos como diputada nacional es lo que ofreció Mariana Zuvic como compensación por la barbaridad que dijo al aire sobre Pedro Etechebest.

Rápidamente te recuerdo la causa y los protagonistas. Pedro Etchebest es el tipo al cual D'Alessio y Stornelli intentaron extorsionar para sacarle 300 mil dólares. Eso dio inicio a la causa que puso a la luz la increíble mafia de la cual participaban esos dos muchachos, además de Santoro, el fiscal Bidone y varios perros de la AFI.

Esa bomba estalló en febrero de 2019, año electoral. Probablemente contribuyó a la derrota de la derecha en primera vuelta.

En ese momento, mientras las verdades se iban conociendo, Cambiemos largó a sus voceros a intentar deslegitimar a la víctima-denunciante, en este caso, Pedro Etchebest.

Y ahí, primera en la fila, estuvo Mariana Zuvic, por ese entonces integrante del Parlasur, quien se sentó muy cómoda en el estudio de Joaquín Morales Solá, y abrió la cloaca para afirmar, sin demasiadas metáforas, que Etechebest era un "profesional de la extorsión", agregando que "estuvo detenido y un mes y medio por proxeneta y trata de personas".

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El empresario la demandó por calumnias e injurias, y logró que la Justicia le fijara fecha para el inicio del juicio, que debió ser el 15 de febrero de este año.

Iba a ser para alquilar balcones. Imaginate. Una macrista impune, teniendo que dar explicación por sus palabras en los medios del Grupo Clarín.

Pero no sucedió.

Y esto fue así porque a sólo 15 días de la fecha de la primera audiencia del juicio, el tribunal emitió una resolución que llamativamente no lleva la firma de su titular, el juez Domingo Altieri, sino del secretario, Lucas Cassina.

¿Qué dice la resolución?

Cosas insólitas. Como ser, que se aceptaba la el ofrecimiento por parte de Zuvic de pagar una compensación a Etchebest por el daño causado por sus declaraciones, a condición de que se extinguiera la acción penal. Dicho en otras palabras: comprar la impunidad.

O sea. Cien lucas, y quedaba limpita. No tenía que retractarse, no tenía que publicarse la información sobre el arreglo. No habría sentencia, ni considerandos, ni testimonios, ni pericias. Nada. Zuvic impune como siempre.

Además de eso, pagaría el mínimo de las multas previstas para estos casos, y no sufriría ningún tipo de inhabilitación para ejercer cargos públicos, como el de diputada que ejerce actualmente.

Lógicamente, la querella a cargo de la doctora Natalia Salvo se opuso a semejante barbaridad. La compensación económica era lo de menos. El problema era que no habría sentencia. Es decir, que la justicia ni se tomaría el trabajo de declarar si Zuvic ha sido o no ha sido culpable.

Aún con esa oposición, el Tribunal no vaciló en hacerle precio de liquidación a Zuvic y le fijó en ese monto el resarcimiento. Baratito le salió a la diputada muda (¿Por qué le decimos diputada muda? Por esto, creí que lo habías leido.

Pero claro. Previsiblemente la querella rechazó ese ofrecimiento. "Primero, por considerarlo absolutamente insuficiente", respondió Salvo ante la consulta de ADN, agregando en segunda instancia que considera que "está mal aplicada la ley, porque la extinción de la acción penal en casos de oposición -como fue el nuestro- no procedería ante esta situación".

Justamente este miércoles la abogada de Etchebest interpuso un recurso de casación, luego de haber rechazado el procedimiento. "Lo que hizo el Tribunal Oral fue clausurar la posibilidad de dar el debate, que se produzcan  las pruebas que nosotros ofrecimos, para que no salga la condena".

Justamente, a todo lo que intentó lograr Zuvic el tribunal terminó dándole lugar. No vaya a ser que se enoje la diputada muda...