Horacio Tettamanti, ex subsecretario de Puertos y Vías Navegables de la Nación, habló con Duro de Callar y analizó el conflicto entorno a la soberanía de la Hidrovía.

A partir de la guerra en Europa y el creciente interés por la producción de alimentos y energías, el control de la actividad comercial en la Cuenca del Plata cobra todavía más relevancia en tanto un elemento de importancia crítica a nivel geopolítico.

Según el ingeniero naval, se trata de la vía fluvial por donde se comercia cerca del 50% de la proteína del mundo, además de representar una de las mayores reservas hídricas del planeta.

Sin embargo, a pesar de esta importancia, desde la década de los 90’ y con la creación de las concesiones en manos de empresas privadas, el país ha perdido el control de estas vías comerciales.

“La Argentina no perdió su río Paraná por haber perdido una guerra, sino que fue un acto propio”, manifiesta Tettamanti y explica que frente a este escenario de abandono de soberanía es natural que se pongan en marcha otros intereses para hacerse de esos recursos.

“El río Paraná quedó al servicio de las grandes empresas exportadoras que configuran una especie de república multinacional de la soja donde rigen solamente sus leyes e intereses”, asegura el especialista.

Es en este mismo contexto de fragmentación soberana que otros intereses buscan ejercer el dominio de la vía comercial y de la zona de reserva hídrica.

Recientemente, el embajador estadounidense en Paraguay anunció el “Plan Maestro” para las vías de los ríos Paraguay-Paraná, con el supuesto objetivo de aumentar la capacidad comercial.

En ese marco, el Ejército de los EEUU estuvo llevando a cabo una serie de estudios en la zona.

La presencia de la nación norteamericana debería encender las alarmas en el arco político nacional y reactivar las iniciativas para recuperar el pleno control de la vía comercial más importante del país.

“En el sector de transporte no se visualizó un cambió de gobierno. Fernández profundizó la política de Macri”, argumenta Tettamanti, remarcando que no se aprovecharon los vencimientos de las concesiones para diseñar un plan de navegación sujeto a los intereses nacionales y recordando la importancia que tiene la vía para nuestra soberanía nacional.

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