ADN PERIODISMO FEDERAL accedió a material exclusivo incluido en la causa por espionaje. Hace unas semanas publicamos la entrevista con un agente orgánico de AFI que sirvió de puntapié para desatapar la causa de espionaje más grande de la historia del país. Mirá quiénes formaban parte de esa banda y la explicación de Tomás Méndez.

Los dos primeros casi que no necesitan presentaciones. Fueron las dos cabezas de la Agencia Federal de Inteligencia durante la gestión de Mauricio Macri y quienes se encargaban de articular las ejecuciones de los nuevos lineamientos de la agencia destinados al espionaje ilegal: Gustavo Arribas y Silvia Majdalani.

Gustavo Arribas

Arribas llegó a ser titular de la AFI sin experiencia alguna en el ejercicio de tareas de inteligencia o relacionadas. Como muchos otros cargos designados por Macri, estuvo ahí por ser un hombre de “extrema confianza”, tal como lo reconociera el propio presidente. Son amigos desde hace varias décadas.

El prontuario de denuncias en su contra es extenso, desde denuncias por coimas y espionaje ilegal, hasta empresas offshore en Panamá que fueron desconocidas.

Gustavo Arribas, director de la AFI.

Silvia Majdalani

Majdalani, por su parte, fue subdirectora de la AFI. A diferencia de su superior, en sus tiempos de diputada nacional por el PRO (2009-2015) había realizado cursos de capacitación en la Escuela Nacional de Inteligencia y desde 2011 integraba la Comisión Bicameral de Fiscalización de los Organismos y Actividades de Inteligencia.

Investigaciones de la revista Noticias señalaron que ambos directores se habrían reunido con organismos de inteligencia extranjeros como la CIA y el Mossad días antes de asumir sus cargos.

Silvia "la Turca" Majdalani, subdirectora de la Agencia Federal de Inteligencia.

Darío Biorci

Darío Biorci es otro de los personajes implicados en la causa de espionaje ilegal. Fue jefe de gabinete de la AFI y es cuñado de Majdalani. De acuerdo a lo que señala el sitio web tiempoar.com.ar, estuvo involucrado en un caso de investigación de contrabando a partir de unos documentos encontrados en la computadora del extorsionador Marcelo D’Alessio.

Darío Biorci, cuñado de Majdalani.

Diego Dalmau Pereyra

Otro actor en la red espionaje fue Diego Dalmau Pereyra. Ocupaba un cargo muy importante dentro del organigrama de la agencia. Era el instructor de los espías y jefe de operaciones. Así conoció a Majdalani durante el paso de la entonces diputada por la ENI.

Diego Dalmau Pereyra, instructor de la ENI.

Alan Ruiz

Alan Ruiz reemplazó a Dalmau Pereyra. Es otro actor clave dentro de la red de espionaje ilegal denunciada por la nueva dirigencia de AFI. Ruiz era el jefe de operaciones de la banda, el brazo articulador. Es uno de los personajes a partir de quien se desató la investigación.

Mirá la explicación de Tomás Méndez

Tal como lo mostró ADN PERIODISMO FEDERAL hace algunas semanas, Ruiz fue denunciado por un agente orgánico de AFI por querer obligarlo a armar una operación en contra de Hugo y Pablo Moyano. ADN PERIODISMO FEDERAL también mostró que había sido Ruiz quien comandaba las tareas de espionaje a Cristina Fernández de Kirchner.

Alan Ruiz viene del Ministerio de Seguridad de la Pampa, en donde también se vio envuelto en denuncias de operaciones en contra de políticos pampeanos. Las denuncias quedaron en manos del juez federal Ariel Lijo, que no avanzó con la causa.

Alan Ruiz, hombre de Patricia Bullrich dentro de la AFI.

De La Pampa, Ruiz pasó al Ministerio de Seguridad de la Nación bajo el ala de Patricia Bullrich. Es un hombre de mucha confianza de la exministra.

Bullrich lo hizo entrar en la AFI y así logró empezar a tener incidencia en la administración de la inteligencia.

En la documentación de la causa está incluido un pendrive que contiene grabaciones de Ruiz en donde detalla movimientos cotidianos de Diego Santilli. También menciona el cableado con micrófonos de 7 restoranes de la Ciudad de Buenos Aires.

“El turco” J.S.

J.S. dirigía las operaciones en la calle. Entre otras cosas, J.S. cableó el penal de Ezeiza para que se pudieran realizar las escuchas a los políticos opositores presos. Actualmente, es polícia de la Ciudad de Buenos Aires. ¿Cómo llegó ahí?

J.S.

L.A.

Al igual que J.S., también es polícía de la Ciudad de Buenos Aires. Fue ubicado en la fuerza porteña luego de su paso por la Agencia Federal de Inteligencia. En un teléfono de su propiedad se encontaron 1.500 carpetas con información obtenida de prácticas de espionaje ilegal. Son carpetas acerca de personalidades políticamente opuestas a las representadas por Maurcio Macri, pero también de personas cercanas al expresidente. Entre otras, Diego Santilli, María Eugenia Vidal y Mario Negri.

La historia del teléfono con la información de espionaje es relevante. Durante los últimos días se realizaron allanamientos en los domicilios de los involucrados en la causa de espíonaje, entre ellos, L.A. Le secuestraron un teléfono que no parecía contener demasiada información.

L.A.

Sin embargo, las investigaciones también repararon en que L.A. se encontraba involucrado en una causa anterior en donde también se había secuestrado otro teléfono suyo.

Al parecer, habría robado dinero de una banda de narcotraficantes durante un allanamiento. En un allanamiento a los agentes que habrían robado el dinero, retienen un teléfono de L.A.

Bajo la investigación de la nueva causa de espionaje, se recupera y se inspecciona este teléfono que contenía las 1.500 carpetas de propios y opositores. El telefono dormía en la causa bajo la investigación de Daniel Rafecas. Nunca había sido inspeccionado, ¿por qué?

“La Mecha”

A Mercedes se la conocía como “La Mecha”. Según se pudo saber, tuvo un rol protagónico en casi todos los trabajos que había que realizar.

Uno de los trabajos fue perseguir y espiar exhaustivamente el vicejefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Diego Santilli. Lo hacía a través del exesposo de su actual pareja, Analía Maiorana, con quien mantenía contacto permanentemente.

Mercedes "La Mecha".

De acuerdo a Tomás Méndez, que pudo acceder a gran parte de la documentación que está incluida en la causa, hay fotos que prueban la conexión entre “La Mecha” y el exesposo de Maiorana, así como también detallados registros de los movimientos económicos y políticos de Santilli: hasta cuánto gastaba en una cena en el exterior.

También hay grabaciones y fotografías desde el interior de su domicilio. Aparentemente, habrían ingresado a través del personal de limpieza.

E.M.

E.M. es uno de los agentes de calle. Fue uno de los que participó del espionaje a Cristina Fernández. Él es quien le proveyó la información a Alan Ruiz acerca de las direcciones y teléfonos de la actual vicepresidenta en las capturas que mostró ADN PERIODISMO FEDERAL.

E.M.

Otro integrante de la banda, del que no se puede brindar identificación, fue asesinado de un palazo en la cabeza en una movilización en plena Plaza de Mayo. El crimen no trasendió en ningún medio. Esta persona habría formado parte del operativo para colocarle una bomba de trotyl a José Luis Vila.

Según Méndez, una de las aristas que intenta cubrir la investigación de lo que ocurría en AFI durante el gobierno de Mauricio Macri es averiguar si no había sicarios o profesionales dentro de la agencia que hubieran tenido asignadas este tipo de tareas. Por ejemplo, para robar un celular se pagaba hasta $600.000.

De acuerdo a la información, la banda contaba con dos bases operativas ilegales: una en La Matanza y otra en Mataderos. Las tareas de seguimiento requerían de mucho despliegue de recursos humanos y económicos que se financiaban con los fondos reservados de la Agencia Federal de Inteligencia.