Los aprietes eran por todos lados: denuncias orquestadas por Conte Grand, notas en los medios, denuncias en el Consejo de la Magistratura. El juez Ferro venía resistiendo y pedía ser investigado. Pero cuando se reunió con Tonelli, el hombre de Garavano y de Pepín, el entonces magistrado se dio cuenta que no tenía más opciones. Se había topado con la mafia.

“Mejor que se jubile, doctor. Tranquilidad para usted y tranquilidad para nosotros”.

No. No es parte de una película de gángsters. Es un diálogo real que se dio entre el presidente del organismo encargado de controlar a los jueces, y un magistrado al que le habían puesto la mira en la frente. Se tenía que ir, y de eso se encargarían.

En la nota anterior te habíamos contado quiénes eran las personas que impulsaban la destitución del juez Jorge Ferro, que era camarista federal de Mar del Plata e integrante del Tribunal Oral que enjuiciaba a los represores de Bahía Blanca. Le habían metido causas armadas desde el Ministerio Público presidido por Julio Contegrand, sí, el de la Gestapo.

Y lo escuchaste de boca de la misma víctima, que no tuvo otra alternativa que presentar la renuncia.

Acá podés leer la nota: Cómo operaba la mafia judicial para cargarse a los jueces que no respondían a Macri 

Lo que nos faltaba contarte era la manera en que terminaron “convenciendo” al juez Ferro de que “lo mejor para todos” era la renuncia. Por más que él no quisiera.

Esto surge de la declaración que este jueves hizo ante la justicia el propio Jorge Ferro. Nunca se animó a hablar con la prensa sobre lo que le sucedió. Tampoco ahora. Pero tuvo que hacerlo ante una citación para que declare como testigo.

Y contó esto, que por supuesto, no viste en ningún medio de comunicación, porque estas cosas parece que no son un ataque a las instituciones.

Te pido que escuches el audio con mucha atención. Porque ahí está el mensaje mafioso con el que lograron torcerle la voluntad. Algo quedó claro: al juez Ferro lo tenían “caminado”, conocían datos sobre su vida, y jugaron con esa información.

Escuchá el audio

Clarito lo que le dijo Pablo Tonelli, hombre clave del macrismo en esa verdadera asociación ilícita que fue la mesa judicial. "Mire doctor Ferro, a usted le conviene jubilarse. Y así se puede dedicar a sus nietos y a los viajes, que a usted le gusta”.

Y también lo escuchaste al juez víctima de este apriete: “Confieso que me asusté. No porque tenía nada que ocultar sino porque cabe preguntarme: ¿cómo sabía el Dr. Tonelli que a mí me gustaba viajar?”

La respuesta a esto la sabía muy bien el aludido y la conocemos muy bien nosotros. Tonelli sabía de los viajes porque sobre Ferro había operado la asociación ilícita que fue el gobierno de Macri, que puso a la AFI, la UIF, Migraciones, la Afip y los medios para actuar como órgano de apriete con el único fin de colonizar la Justicia y ponerla bajo el mando de su gente. Y está claro que lo lograron.

Ferro fue uno de los tantos que padecieron esta patota, como lo cuenta en la última parte de su declaración. Acá lo tenés:

“Así fue sucediendo, y todos en el mismo metier, que era que todos habían sufrido una especie de amedrentamiento para dejar nuestros cargos”, se resignó amargamente el magistrado.

Así funcionó. Y así sigue funcionando, aunque ya no estén en el poder formal. Porque la Justicia les sigue perteneciendo.