Era la jefa de la Oficina Anticorrupción, pero se la vio en un rol muy activo en la Gestapo antisindical. Llamadas cruzadas con el juez de la causa en momentos decisivos del proceso que se llevó puestos a los sindicalistas. Ahora la querella pide que la investiguen. ¿Está hasta las manos?

Medio gabinete de Vidal imputado. Además, tres altos funcionarios de la AFI, varios empresarios que también colaboraron. Pedidos de imputación también para los popes de la AFI, Gustavo Arribas, Silvia Majdalani, pero incluso para el jefe de los fiscales bonaerenses, Julio Conte Grand, y el juez federal que instruyó la causa, Luis Armella. Y la escalera podría llegar hasta María Eugenia Vidal y el expresidente Mauricio Macri, si es que el juez Ernesto Kreplak accede a los pedidos de las querellas.

Pero está faltando un personaje más que también metió las uñas en esta causa y se aseguró que avanzara según lo que habían pactado varios meses antes. Ese personaje es Laura Alonso. Y acá te voy a contar cuál fue su rol.

EL ACTA FUNDACIONAL

Vamos a situarnos en 2017, cuando se dio todo este proceso ilegal con la finalidad de encarcelar a los sindicalistas de la UOCRA en La Plata, como parte central del disciplinamiento contra los sectores gremiales.

El eje alrededor del cual se construye la investigación es esa reunión en el Bapro, donde el ministro de Trabajo de Vidal, Marcelo Villegas, presentó lo que sería su sueño y el de muchos de la derecha argentina: una Gestapo antisindical.

Fue algo así como el acta fundacional. Aunque los muchachos ya venían trabajando desde antes, ése es el momento en que se disparan las acciones que serían determinantes.

Una de ellas es la que sucede a mediados de julio de 2017, cuando se advierten dos cursos de acción, que en principio no parecerían tener relación directa pero que luego se fusionan en un accionar común.

Por un lado, el miércoles 12 de julio se registra el ingreso del juez Luis Armella al Ministerio de Seguridad de La Nación. Iba a reunirse con el subsecretario Guillermo Soares Gache (que también participó en este entramado).

Por el otro, dos días más tarde, el protagonista es el ministro Gestapo Villegas. El viernes 14 de julio habla primero con María Eugenia Vidal. Y atención acá que comienza el show: luego habla en dos oportunidades con Laura Alonso (16:22 y 17:10 horas). Y el miércoles 26 de Julio, otra vez Villegas vuelve a hablar con Laura Alonso (16:08 y a las 21:43 horas).

Al día siguiente sigue a full la comunicación entre ambos. Hay llamadas a las 10:25, a las 10:30 y a las 16:04. Y ese mismo día existen comunicaciones cruzadas entre todo el resto de la banda encargada de encarcelar a los sindicalistas de La Plata.

Según la querella, "este cúmulo de comunicaciones y la visita de Armella al Ministerio de Seguridad no puede sino correlacionarse con lo que sucedería en forma inmediata posterior: el lunes 31 de julio de 2017 “apareció” la tercera denuncia anónima del caso, dejada en el Juzgado Federal de Quilmes".

Para el abogado César Albarracín, encargado de la representación de Medina, esas denuncias anónimas fueron resultado de lo orquestado entre Laura Alonso y el juez Armella. Va de nuevo: entre el juez federal que instruyó la causa y Laura Alonso fue que pergeñaron la "aparición", no de una ni de dos, sino de tres denuncias "anónimas", todas con similar redacción, tipografía, configuración de página y apuntando exactamente a lo mismo.

EL ROL DE LAURA ALONSO

La pregunta es: ¿qué cuernos tenía que hacer la titular de la Oficina Anticorrupción, encargada de controlar la "transparencia" de las acciones llevadas a cabo por los funcionarios del gobierno, inmiscuyéndose en una investigación contra una supuesta "mafia sindical" en La Plata?

¿Por qué razón una funcionaria de alto rango como Alonso estaría hablando con un juez federal de Quilmes al mismo tiempo que entrecruzaban llamadas todos los zánganos que participaron de la reunión en el Bapro?

Alonso podrá argumentar lo que sea, pero le resultará difícil explicar este frenético cruce telefónico. Que encima no terminó ahí. Hubo varias más. Acá te cuento.

Un mes más tarde, el lunes 14 de agosto vuelve a moverse el avispero de la Gestapo.

Prestá atención con las llamadas que te voy a detallar.

  • Laura Alonso-Armella, 16:13 horas – 78 segundos.
  • Armella-Laura Alonso, 16:14 – 3 segundos
  • Laura Alonso-Armella, 16:15 – 27 segundos
  • Laura Alonso-Armella, 16:32 – 17 segundos
El rol clave de Laura Alonso en la construcción de las pruebas para la Gestapo Antisindical

Además de eso, hay entre medio llamadas entre Ferrari y Armella, entre el Ministerio de Seguridad y Armella, entre Grassi y Ferrari, Grassi-Villegas, Grassi-Conte Grand, Armella-Ferrari, Villegas-Ferrari, y Villegas-Armella. Todo, absolutamente todo, el mismo día, el 14 de agosto. No te quiero marear con las funciones de cada uno de estos interlocutores. Te basta saber que todos fueron actores protagónicos o a lo sumo secundarios en el armado.

Al día siguiente, el 15, el juez Armella registra ingreso en el Ministerio de Seguridad conducido por Bullrich.

Un día más tarde, el 16 de agosto, otra vez la locura telefónica: Villegas, Majdalani, Grassi, Ferrari. Siete llamadas entre los máximos actores, más una reunión de Villegas con Ferrari. Laura Alonso ya no aparece. Tal vez ya había completado su parte.

Ya sé que te estoy atosigando, pero quiero que entiendas. Me falta un día más de locura telefónica: el 17 de agosto. Nueve llamadas cruzadas entre los actores centrales, incluyendo Juan De Stéfano.

¿QUÉ PASÓ AL DÍA SIGUIENTE?

Acá está la clave. El viernes 18 de agosto, después de toda esa semana de vorágine entre los miembros de la Gestapo, sale un dictamen clave de la fiscal Silvia Cavallo en contra de Medina para impulsar la causa que terminaría en su detención.

Como pudiste ver, inmediatamente antes de eso hubo una pléyade de "contactos múltiples entre el juez de la causa y los funcionarios nacionales y provinciales que estaban coactuando para lograr el encarcelamiento de Juan Pablo Medina", según dice la querella, que además repara en lo que en esta nota nos interesa: "A las llamadas del juez con De Stefano, ahora la suman las múltiples comunicaciones con Laura Alonso".

Su rol, evidentemente, no había sido menor. Y es por esa razón que el querellante Albarracín le pide al juez que debe profundizar la investigación respecto a Laura Alonso, la encargada de la Oficina Anticorrupción, que llamativamente tuvo una participación protagónica en la construcción de la Gestapo antisindical.

¿Se animarán a llamarla?