En 2017 Claudio Bonadio procesó al líder de La Alameda, Gustavo Vera, por dos motores de máquinas de coser. De acuerdo Vera, la causa intentaba instalar mediáticamente la idea de que la ONG no buscaba luchar contra la trata de personas, sino hacer negocios. La Alameda había denunciado directamente al presidente Mauricio Macri y luego a su esposa, Juliana Awada.

Ladrón de máquinas de coser

Gustavo Vera se destaca por una participación política muy activa en favor de muchas causas sociales. En 2013 encabezó la lista de legisladores por la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, pero en 2014 decidió fundar su propio movimiento, Bien Común.

Sin embargo, su trabajo más reconocido ha sido al frente de la ONG La Alameda, cuyo propósito es luchar contra la trata de personas, el trabajo esclavo, la explotación infantil, la prostitución y el narcotráfico. Es decir, lucha contra poderes que se mueven en el barro y en lo oscuro y que no se quedan de manos atadas cuando sus negocios se sienten amenazados.

Y La Alameda cuenta con varias denuncias realizadas a negocios clandestinos de los poderes políticos y económicos.

El 7 de julio de 2017, el juez Claudio Bonadio procesó a Vera por el delito de peculado. Se lo acusaba de quedarse con máquinas de coser que habían sido confiscadas a un taller clandestino con anterioridad.

En octubre de 2015 se había realizado un allanamiento a un taller textil en la calle Martiniano Leguizamón. Vera, en calidad de líder de La Alameda, se presenta como "depositario judicial". Esto significa que los bienes incautados en el allanamientos serían reutilizados con fines benéficos. Es decir, le darían a la fundación La Alameda las máquinas de coser para que sean aprovechadas.

Según Vera, algunas de las máquinas no funcionaban, por lo que decide donar $30.000 de su salario para refaccionarlas. Esto consta en una escribanía pública.

"Es una causa totalmente absurda, falsa e inverosímil", Gustavo Vera.

En abril de 2016 se dicta la falta de mérito para el taller textil y se ordena que se devuelvan las máquinas. La ONG devuelve las máquinas, pero el dueño dice que no son las mismas. Claro, habían sido reparadas y Vera lo reconoce. Se lo acusa de haberse quedado con los motores de dos máquinas de coser y entonces Bonadio lo procesa por malversación y dicta un embargo por $20.000. El expediente se mantuvo abierto por 4 años.

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Al día siguiente del fallecimiento del juez, Marcelo Marínez De Giorgi, juez federal,  sobreseyó a Gustavo Vera.

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La piedra en el zapato de los poderosos

Desde La Alameda se realizaron dos denuncias muy importantes. En 2007 denunciaron a la marca de ropa para niños que dirige Juliana Awada, Cheek. En enero de 2017 presentaron otra  denuncia a través de un video muy comprometedor en la que un trabajador mostraba las condiciones de hacinamiento en las que eran obligados a producir.

Otra grave denuncia señalaba las conexiones entre el proxeneta Raúl Martins y Macri en el financiamiento de la campaña para jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires. A esta denuncia la realizó Lorena Martins, hija de Raúl, y La Alameda se constituyó como querellante en la causa. En octubre de 2019, Martins, también exespía de la SIDE, fue detenido en México acusado de ser el jefe de una asociación ilícita dedicada a la trata de personas.

¿Por qué se procesó y se mantuvo tanto tiempo abierta una causa tan insólita en contra de Vera? Como respuesta a esto, el exlegislador por CABA establece conexiones con algunas de las denuncias que incomodaron directamente al expresidente Mauricio Macri y su familia.

Que Macri estaba precoupado por las denuncias de Vera está confirmado, no solo por las irrefutables pruebas de las mismas en las presentaciones, sino también por su visita al Papa.

En efecto, Vera es conocido por ser un íntimo amigo de Jorge Bergoglio.

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De acuerdo a lo que dejaron trascender quienes estuvieron presentes en el encuentro y a pesar de no haber estado incluido en el temario a tratar, el expresidente le habría pedido personal y expresamente al Papa que intercediera en las denuncias que su amigo estaba realizando en Argentina.

Otro episodio de público conocimiento en el que se intentó desestimar las denuncias de La Alameda fue en el programa de Mirtha Legrand a través de una acusación de Natacha Jaitt en contra de Gustavo Vera. Lo acusaba de pedófilo, de apropiarse de los prostíbulos y fomentar la trata de personas. Sin embargo, ya ha sido probado en la justicia que los dichos de Jaitt fueron guionados por el espía Marcelo D'Alessio.

El último intento habría sido el procesamiento por dos máquinas de coser. ¿Es mucho pensar que el juez favorito de Macri, Claudio Bonadio, actuó una vez más según las precisas necesidades de Cambiemos?