Los abogados querellantes exigen a los jueces de la CSJN que expliquen los motivos por los que se apartaron de las causas Súper Mario Bross y Darío Nieto, y piden garantías y transparencia para el sorteo de los jueces que los reemplacen.

Dos abogados que participan como querellantes en doce de las causas por el espionaje desplegado por el gobierno de Macri, pidieron garantías para el momento en que sorteen los nombres de los jueces subrogantes que tomarán esas causas.

Eso surge como consecuencia de que la totalidad de los miembros de la Corte Suprema de Justicia terminaron excusándose de entender en todas esas causas (la original, conocida como Súper Mario Bross, es la de Lomas de Zamora, que Macri logró llevar a Comodoro Py, pero a ella se unen las iniciadas contra Darío Nieto, el secretario personal de Macri, y otras dos contra Silvia Majdalani y Gustavo Arribas).

Increíblemente los cuatro jueces del tribunal supremo, Carlos Rosenkrantz, Horacio Rosatti, Ricardo Lorenzetti y Juan Carlos Maqueda, se excusaron de entender en esas causas, argumentando vaguedades insólitas.

"Graves cuestiones de delicadeza y decoro", respondieron algunos, "sin que se exteriorizaran los hechos en que se fundan" esas graves cuestiones, "lo que de por sí vulnera no sólo los derechos de estas querellas, sino los de la sociedad toda, la cual debe conocer el porqué de que un juez llamado a impartir justicia, se excusa de hacerlo".

El entrecomillado pertenece al planteo que hicieron los abogados Jorge Chueco y Rafael Resnick Brenner, ambos querellantes en la causa Súper Mario Bros en la que hay pruebas suficientes de que fueron escuchados y grabados ilegalmente en el penal de Ezeiza, donde estuvieron alojados durante buena parte de la gestión de Cambiemos.

SORTEO Y PROMOCIÓN

El 4 de febrero, el máximo tribunal decidió que, como se inhiben todos, habrá que resolver una integración completa de la Corte Suprema, sorteando entre los presidentes de la cámaras nacionales de apelación en lo federal de la CABA y de las cámaras con asiento en las provincias.

Eso encendió -y no es para menos- las alertas de ambos abogados (y seguramente de la totalidad de los querellantes) en esta causa, que, como recordarás, el macrismo logró sacar de su fuero de origen en Lomas de Zamora, para llevarla a juzgados "más amigos" en Comodoro Py. Tal decisión fue en su momento avalada por el compañero de paddle de Macri y por momentos también juez federal, Mariano Borinsky.

Lo cierto es que el 22 de febrero a las 9 se va a hacer ese sorteo, y el temor, lógicamente, es que vuelva el bolillero caliente de Bonadío, ese mismo que logró que todas las causas creadas por la mesa judicial de Cambiemos terminaran en el juzgado del malogrado juez de la servilleta de Corach, el hombre que fue capaz de citar en un mismo día a ocho indagatorias a la actual vicepresidenta.

Por esa razón, ambos querellantes piden que se autorice la presencia y control por parte de las víctimas y los querellantes al momento del sorteo.

Y de paso, también exigen que los jueces supremos, los que están dando un pasito al costado argumentando vaguedades, se expresen con precisión y digan claramente cuáles son "los hechos generadores de las graves cuestiones de delicadeza y decoro" que los obligaron a gambetear esta causa.