Parece increíble lo desorientados que están en el gobierno desde que se pegaron el golpazo de las elecciones. Las encuestas los daban como ganadores, la épica de la vacunación parecía estar funcionando, pero la realidad les pegó en la cara: están alejados del pueblo y sus necesidades. Eso está tan claro que algunos de los dirigentes más importantes del oficialismo siguen creyendo que perdieron por la foto de Olivos. Sin quitarle importancia a eso, lo que pasó es mucho más simple y más grave: la gente tiene hambre y no están haciendo nada al respecto.