El tipo hace lo que se le canta. Va y viene. Entra y sale. No cumple ningún aislamiento, se caga en la tripulación de un avión cuando ha sido contacto estrecho, y nadie le pide explicaciones. ¿Le vamos a seguir echando la culpa a Macri o ya deberíamos pedirles explicaciones a otros?

A vos te dio bronca. A mí también. Soy uno más de los que nos preguntamos cómo puede ser que pese a haber estado compartiendo mesa con el diputado del ARI Juan Manuel López, que era Covid positivo, el expresidente Mauricio Macri no tuvo ningún reparo en (hacerse) preparar las valijas y subirse a un avión rumbo a Barajas -con su mujer y su hijita-, a presentar su famoso libro. 

Si no se animan a exigirle aislamiento, mirá si se van a animar a investigarlo

Vos me vas a decir que seguramente le deben haber exigido PCR, o que está vacunado con la Jansen desde hace un par de meses. Y es sí, pero no. Por algo existen los protocolos sanitarios que exigen el aislamiento a todas las personas que hayan tenido contacto estrecho con un contagiado.

Y esto es así, sencillamente porque el virus igual puede estar en tu cuerpo, podés ser portador sano o asintomático, y porque si te subís a un avión a 48 horas de haber estado con un contacto estrecho, no sólo te ponés en riesgo vos, sino a toda la tripulación del avión que van en un ambiente cerrado, al país al que vas, y a un montón de gente que no tiene ni idea que vos estuviste expuesto a semejante riesgo y te importó un carajo.

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Bueno, hasta ahí estamos bien. Reprochable cien por ciento. Pero ahora quiero que sigamos un poquito más. Entonces me pregunto ¿cómo puede ser que este tipo haga lo que se le da la gana? ¿Cómo podemos entender que las normas que rigen para todos no rigen para él? ¿Cómo se explica que todos los mecanismos de prevención y control, no tengan efecto cuando el sujeto se llama Mauricio Macri?

Si no se animan a exigirle aislamiento, mirá si se van a animar a investigarlo

Y entonces ahí ya me empiezo a calentar. Pero no con Macri, sino con Alberto. Porque el que tiene que controlar que estas cosas no sucedan es el Poder Ejecutivo. Un ejecutivo que gobierne para las mayorías, que ponga el bien de todos por encima de los bienes particulares, y básicamente un ejecutivo que haga cumplir las leyes y que no sea cagón. Porque si no, vamos a seguir en el terreno de las declamaciones, vamos a continuar con el desenfreno de entrevistas, vamos a seguir comentando la realidad, vamos a seguir repudiando acciones, pero a la hora de los hechos, seguimos con el rabo entre las piernas. Sí Alberto, de vos estoy hablando.

MIRÁ SI SE VAN A ANIMAR

A esta altura, yo me pongo a pensar. Si no se animan a frenarle la salida del país, siendo contacto estrecho, mirá si se van a animar a mandarle a la quiebra a la empresa que hace 20 años que le debe cifras millonarias al país y que estuvo a punto de autocondonársela cuando era presidente.

Si no se animan exigirle una cuarentena cuando vuelva, aunque sea en Quinta Los Abrojos, mirá se si se van a animar a sentarlo ante un juez por el espionaje ilegal.

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Si les tiembla la pera para aplicarle las multas que le corresponden por todas las cagadas que se mandó durante la pandemia, mirá si alguien realmente le va a pedir que rinda cuentas por el endeudamiento ilegal con el FMI y por toda esa plata que entró y salió del país dejando sólo deuda.

Es el poder real. Y el poder real no se discute. Sencillamente, se ejerce.

Y Macri lo ejerce.

Nos guste o no nos guste.