Fuga de trabajadores

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La crisis económica la vivimos todos los argentinos, pero en el litoral se acrecienta de manera significativa debido a la falta de oportunidades laborales, trabajo informal y salarios por debajo de la línea de pobreza.

El 8 de junio se renovaron en Misiones 20 diputados provinciales. La noticia de ese día estuvo marcada por la apatía del electorado ya que la participación se ubicó en torno al 55,41% del padrón electoral, siendo el peor número en la historia electoral de la provincial.

Si bien la ausencia en las urnas en una tendencia nacional, uno de los (des)motivos en la provincia es el malestar generalizado de la población que siente que la dirigencia se ha olvidado de las necesidades y los problemas reales de la gente. La población no deja de votar porque no quiere, no vota porque vive muy mal.

En este contexto se está produciendo una fuga de trabajadores argentinos que buscan residencia en Brasil por las condiciones de estabilidad que le ofrece el país vecino. Oportunidades laborales, trabajo registrado y previsibilidad financiera.

Se han mudado a Brasil más de 10 mil personas en los últimos meses. Este número es la radiografía del hambre que busca una solución extrema para poder sobrevivir.

Otro fenómeno que ocurre es que los argentinos están siendo “condenados” al tráfico de todo tipo de mercancías a través del río Uruguay.

Cruzan cigarrillos y ganado vacuno y cada una de estas empresitas con 10 o 12 canoas, moviliza aproximadamente 200 mil dólares por mes de ganancia. Cruzan este tipo de mercancías en el mejor de los casos. No hablemos de cocaína, eso es otro nivel.

El cruce de las canoas se da desde el lado argentino en la localidad San Javier, cruzando el río Uruguay y del lado brasilero se llega a la localidad Porto Xavier.

El periodista Enrique Ortiz, quien participó de la investigación de TLN Denuncia, contaba lo siguiente:

La gente está viniendo de todos lados (Chaco, Formosa, Corrientes, además de Misiones) para trabajar en Rio Grande Do Sul.

En una charla mantenida con la gente de prefectura nos dicen que desde el límite de Corrientes hasta el Moconá hay 171 km navegables y en esa zona solo hay 4 puestos de control con menos de 7 lanchas funcionando para navegar todos esos kilómetros, además de estar complicados con el tema del combustible.

El contrabando va a seguir creciendo porque no hay trabajo y lo que más se mueve es el tema del cigarrillo. Todos los quioscos y mercados venden productos de Brasil.

Para la gente que se dedica a esto es “natural”, no lo ven como contrabando, como un delito porque se dedican a esto hace mucho tiempo y tienen muy aceitado el negocio.

El periodista conversó con una persona que se dedica al contrabando y maneja 12 cuadrillas. Contaba:

Estamos divididos por equipos, en cuadrillas de trabajo terrenal por la parte de agua y parte de tierra. Así nos manejamos; son diferentes grupos, diferentes cantidad de personas, todo depende de las cuadrillas.

Nuestro punto fuerte, lo que más plata nos está dejando, son los cigarrillos.

Tenemos aproximadamente 12 canoeros.

El pasero es el que más gana, el que se mueve en el agua, por semana está entre $700 mil u $800 mil y alguien que está de campana, controlando el tema de la línea de agua, está en $350 mil o $400 mil por semana.

El tema de prefectura no es un inconveniente; no es problema para nosotros pasar, queremos pasar y pasamos y se van para otro lado. Queremos pasar a las 8:00 AM, ellos se van para otro lado y pasamos tranquilos.

Cuando han incautado mercadería, son cuadrillas nuevas que no quieren aportar la comisión, que no quieren aportar la cuota.

Nosotros aportamos la cuota. Pasa que nosotros ganamos y ganan ellos, ganamos todos. Es algo de la ley en la parte de la zona del río.

Tenemos un arreglo con prefectura y gendarmería. Toda la línea de la costa del río, sino directamente no podríamos trabajar ni nosotros y tampoco iban a ganar ellos e íbamos a dedicarnos a otra cosa…

Lo que cobran los canoeros es mucha plata, pero esta gente está contrabandeando y es un delito; puede ir presa. Si bien es un delito menor que el narcotráfico, igualmente es delito y pueden ir a la cárcel.

Pero claro, un yerbatero, un tabacalero están cobrando la quincena 400 mil pesos; por debajo de la línea de la indigencia, entonces los expulsan al contrabando.

La cosa es fácil… cómo no vamos a estar condenados al tráfico. Es el Estado el que se aparta y deja vivir y comer a esta gente y son hasta apoyados por las propias fuerzas federales. Hay pueblos y ciudades que viven del tráfico como única salida.

La argentina que duele: huir para poder vivir

Conversamos con un trabajador argentino residente en Brasil desde hace dos años, Roberto Rombo, nos contaba por qué se fue del país:

El principal motivo de mi arribo a esta ciudad fue la estabilidad financiera y del trabajo en sí.

Todos los trabajos acá son en blanco. Sorprende por un lado la cantidad de argentinos que vienen a trabajar a Brasil y al mismo tiempo no me sorprende debido a la situación económica que está viviendo nuestro país.

Acá hay una gran estabilidad. Van dos años que vivo acá y por ejemplo el boleto urbano subió 40 centavos en este tiempo.

Camilo Hemsing es un empresario de Santa Rosa, dueño de grandes tiendas comerciales y pide que vayan más argentinos a trabajar a Brasil.

En primer lugar, agradecer a nuestros hermanos argentinos que vienen para trabajar en nuestras empresas.

Santa Rosa necesita muchos trabajadores y los argentinos son muy bienvenidos a nuestra empresa. Aquí tenemos 30 empleados y hay 11 argentinos trabajando aquí. Quien quiera trabajo en Santa Rosa hay vacantes y todos los que vienen consiguen trabajo. El argentino es muy trabajador.

Y continúa el empresario:

Creo que hay más de 5 mil argentinos en Santa Rosa. Si no fuera por los argentinos, con seguridad mi empresa no sería lo que es hoy por falta de mano de obra. No sé si hay un motivo, pero hay muchas vacantes de trabajo acá.

El periodista Enrique Ortiz cuenta que estuvo conversado con el Presidente de Empleados de Comercio de San Javier y con el de Alem.

Nos contaba que todos los salarios promedian 250 mil, con suerte 300 mil trabajando todo el día. Desde las 7 AM, cortado al mediodía y terminando la jornada laboral a las 21 PM.

En Brasil no es mucha la diferencia de salario, pero al tener un trabajo registrado, tienen la posibilidad de acceso al crédito, le dan un terreno para que construyan su vivienda propia. Al año de trabajar, pueden sacar un auto con el permiso de trabajo, el CPF. Esa es la gran diferencia que tiene Brasil respecto a la República Argentina.

Se necesita mucha mano de obra argentina en Brasil. En Santa Rosa, en cada lugar donde íbamos, en cada empresa, encontrábamos de 5 a 10 argentinos trabajando y todos dicen: “estamos bien, muy bien y trabajamos en blanco”.

Por último, Darío Rodríguez, el papá de una joven que emigró a Brasil nos comentaba su experiencia:

Mi hija se fue con mi yerno a Santa Rosa (Brasil) justamente por la falta de trabajo. Llevan seis años casados y acá no consiguieron nada. A nosotros como papás nos da impotencia porque nací acá, me crié acá. Hoy tengo 49 años, estoy retirado de la policía.

Intentamos por todos los medios, de todas formas, presentar CV por todos lados, hacer algunos contactos y no se dio.

Es más, tengo un hijo soltero; tiene 22 años, tiene un estudio acá, se dedica a diseño gráfico, un muchacho con mucha sabiduría e inteligencia y está apuntalando también para ir a Brasil porque acá no hay nada, pero allá hay lo que acá no hay, que es trabajo.

Estamos en problemas, Argentina está atravesando una situación muy complicada, no es fácil sobrevivir en este país, el tema económico es asfixiante. Entonces, si tenemos un país vecino que es pujante, nuestros amigos, nuestra familia se empiezan a ir y se empieza a despoblar nuestro país.

Los brasileros ofrecen trabajo registrado y estabilidad y se está poblando el sur de Brasil con ciudadanos argentinos. Ahora, ¿qué tipo de trabajos realizan las personas que emigran? El mismo o parecido a los trabajo que realizan los peruanos y los hermanos bolivianos en nuestro país.

Nuestra economía siempre ha sido fluctuante, para muchos jóvenes ha existido la falta de oportunidades laborales y un proyecto de vida. Sabemos que muchos emigran a Estados Unidos a Europa, pero hoy no es lo mismo, la gente cruza la frontera para ir a trabajar y subsistir.

Esto sucede porque la economía está explotada y estamos viviendo en un clima de mucha violencia