La inflación no cede, pero algunos rubros aprovechan la situación económica y política del país para especular con los precios y aumentar sus márgenes de ganancia. Los costos de los alimentos han incrementado muy por encima de la inflación. El problema principal es que apenas unas pocas empresas son dueñas de la gran mayoría de los alimentos que consumimos. Estas empresas son tan grandes y poderosas que hasta se dan el lujo de ignorar los intentos que el Estado hace para controlar los precios. Te mostramos quiénes son y cómo hacen negocios con el hambre del pueblo.