Ahora resulta que Macri vuelve a hablar del cepo y se queja de las decisiones que impiden el crecimiento de la Argentina. Bueno, dale, Mauricio, hablemos de cepo.

El lunes lo escuchamos a Macri hablando con Joaquín Morales Solá, quien, como te conté, cerró la entrevista con cara de enamorado, diciéndole: "Gracias, presidente, gracias". 

Los conceptos que dejó ahí el hombre que hizo retroceder absolutamente todos los indicadores sociales y económicos del país (durante cuatro años en los que todo el resto de los países crecían sin pausa) ya fueron motivo de muchos análisis.

Yo particularmente me quedé con un concepto del fundador de Cambiemos, cuando se quejaba de que el actual gobierno había instaurado cepos de todo tipo, "de segunda y tercera generación que han trabado toda la actividad económica".

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Yo supongo que Morales Solá justo deber haber estado con hambre, pensando en el sanguchito que le invitaría la cocinera de Quinta Los Abrojos; o tal vez a esa altura de la entrevista andaría con ganas de ir al baño y por eso se le pasó la repregunta.

Pero lo cierto es que Macri volvió a usar el concepto "cepo" con la total impunidad que lo caracteriza, tanto a él como a los muchachos de la derecha argentina. Y te hablo tanto de la derecha política, como la empresarial, como la "académica" y obviamente, la mediática.

El problema es que Macri habla de cepo, cuando su gobierno terminó restaurando el cepo a la compra de dólares. O sea, recordemos: el actual cepo a la compra de dólares lo implementó este señor que ahora se hace el distraído, luego de vaciar las reservas del Estado y de endeudarlo por años.

Te lo recuerdo, por las dudas. Arrancó su gobierno, levantó el cepo, permitió la compra irrestricta de dólares. También la fuga. Puso las tasas por el cielo y con eso atrajo a los especuladores de todo el mundo que se llenaron de guita con el carry trade. Cuando se le acabó el crédito fue al FMI, nos dejó empernados hasta las tuercas. Usó esa guita para pagarle a los especuladores. Y recién después de que se llevaron toda la guita, entonces volvió a instaurar el cepo. Cerró el candado y tiró la llave. Ya no había más nada por repartir.

Pero hay otro tema. El tipo asegura muy convencido de que el cepo al dólar y no sé qué otro cepo de segunda o tercera generación son los que están frenando el desarrollo argentino.

Y yo la verdad me agarro la cabeza. Me la agarro porque justamente, si hay algo que está frenando de manera categórica y absoluta el desarrollo de nuestro país, la posibilidad de planificar, la posibilidad de invertir y recibir inversiones, la posibilidad de saber hacia dónde podemos apuntar durante los próximos años, eso es justamente la deuda inmoral que nos dejó este hombre con el FMI.

Una deuda salvaje, arbitraria, inútil, fraudulenta, inconsulta, que no sirvió ni para estabilizar el país ni para bajar la inflación, como ahora dice. Y que sólo sirvió, como te dije, para que sus amigos de “los bancos comerciales” (para no decir especuladores) se llevaran toneladas de guita y no perdieran ni un centavo de sus dulces "inversiones" durante los años locos del gobierno de la derecha.

Macri y sus laderos eligieron garantizarle las ganancias infames a los oportunistas, y para ello nos endosaron a todos los argentinos una deuda impagable y que nos paraliza.

Entonces, hablame de CEPO, Mauricio.

Hablame de una medida de gobierno que nos haya trabado de una peor manera que esa deuda cochina.

Hablame de una decisión gubernamental en toda la historia argentina reciente que nos haya dejado más en pelotas en el medio del desierto.

Y hablame también de una medida más inconsulta y menos consensuada que ésta, que nos pone hoy al borde del default, con la posibilidad real (y no retórica) de quedarnos desenganchados del mundo, y comprometiendo seriamente el desarrollo futuro durante dos décadas.

Eso es un cepo y no macana.

Y lo dejó la derecha.

Lo dejó el mismo tipo que hoy se queja de los cepos.