Las medidas de aislamiento impactaron fuertemente en los grandes sectores laborales constituidos por los trabajadores informales y los autónomos. En Argentina, sólo el trabajo informal representa un 40% del sector trabajador total. Mirá las entrevistas a taxistas, comerciantes y dueños de PYME.

Una gran cantidad de monotributistas no pudo aplicar al Ingreso Familiar de Emergencia que planteó el gobierno para las categorías A y B. Se trata de pequeños comerciantes, profesionales y oficios que dependen de la producción diaria y no pueden permitirse interrumpir la actividad por mucho tiempo.

Este es el caso, por ejemplo, de los taxistas, que si bien no han interrumpido su trabajo por considerarse un servicio esencial, sí sienten la caída del consumo por el aislamiento. Según Julio Munch, la actividad durante estos días decayó en un 80%.

“Venimos muy mal porque ya veníamos mal de antes. Somos todos categoría C y D. No tuvimos capacidad de ahorro”, Julio Munch.

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La situación es peor aún para las cooperativas, fábricas y pequeños comercios que deben permanecer cerrados y que también deben cubrir gastos fijos.

Desde el gobierno se han tomado iniciativas para ayudar a sostener los comercios y los puestos de trabajo. Se empezó atendiendo a los más vulnerables y se siguió por el anuncio de créditos a todas las PYMES a tasas del 24% para cubrir los sueldos de abril. Sin embargo, se teme que esto no sea suficiente.

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