En un audio de la CEO de LATAM Airlines en Argentina, la directiva carga con la responsabilidad de conservar los puestos de trabajo a los mismos trabajadores. La empresa reportó ganancias por 423 millones de dólares en dos años.

Los miserables

Hace apenas unos días trascendía la noticia de que la empresa multimillonaria Techint había despedido a más de mil trabajadores. No hace falta recordar que es un contexto de crisis, no hace falta recordar que no es una PYME y no hace falta reparar en que el empresario más rico de la Argentina sí dispone de los recursos para pagar los sueldos de esos empleados por todo el tiempo que dure el cese de la producción. Hace falta empatía y solidaridad, nada más.

Esto mereció que Alberto Fernández se refiriera indirectamente a Rocca, dueño de Techint, y en general a toda la cultura empresaria que no contempla a la sociedad más que como un pacto mercantil. No hay ni un atisbo a pensar ni asumir responsabilidad social.

Para mamar de la teta del estado son los primeros y los más hambrientos. Son los que se presentan a todas las licitaciones de obra pública y amasan sus grandes ganancias siempre a través de negocios con el estado, pero cuando les toca contribuir se retiran a las sedes de sus empresas en ducados europeos eximidos de impuestos.

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No existe ninguna gran empresa en el suelo argentino cuyas condiciones no hayan sido aseguradas por el estado, directa o indirectamente, por acción u omisión. Ninguna gran empresa crece contra la regulación, sino a favor.

En una reciente entrevista, antes de que los conflictos entre intereses de grandes empresarios y responsabilidad social se reavivaran, el megaempresario agropecuario Gustavo Grobocopatel expresaba que, de no ser por la hostilidad del país, su empresa hubiera crecido mucho más grande y en mucho menos tiempo.

Cada vez que resulte conveniente se reprocharán las recurrentes crisis y la corrupción en el estado argentino, a su vez ignorando que la desigualdad estructural favorece en misma medida la pobreza y la concentración.

Ratas voladoras

Así es cómo empresas como LATAM Airlines, que reportaron ganancias por cientos de millones de dólares en los últimos años, intentan desligarse de la responsabilidad y hacer cargo a los propios trabajadores de su situación laboral.

"La responsabilidad de que a esta compañía le vaya bien no es mía. La responsabilidad de que a esta compañía le vaya bien no es de Enrique Cueto.", Rosario Altget, CEO de LATAM Airlines en Argentina.

Escuchá el audio

En el audio que se difundió en los medios, la CEO de la filial de la empresa en Argentina carga contra sus empleados a pesar de que sufrirán una reducción del 50% de sus sueldos.

En los comienzos de la pandemia dejaron varadas a personas que tenían comprados boletos de vuelta en todas partes del mundo. Cuando ya no es más redituable, no tienen problema ni siquiera en faltar a su compromiso comercial.