En Argentina y durante los últimos años, los precios de la carne subieron siempre por encima de la inflación. Las excusas que daban los productores iban cambiando según les convenía: las retenciones, el precio del dólar, el precio del maíz, etc. Ninguna de ellas terminaba de explicar lo que ocurre realmente: que los muchachos del campo quieren aumentar su rentabilidad. Si no me creés, en el video te lo explica en dos palabras el vicepresidente de CONINAGRO: muy clarito nos dice que si aumentan los salarios y la gente puede comprar carne, eso va a hacer que el precio del alimento aumente también. Unos genios.