Un informe del BCRA ratifica que se fugaron USD86 mil millones de dólares. El director del Banco Nación anima la investigación sobre el destino de la deuda y la fuga de capitales durante el gobierno de Mauricio Macri. Deteminar la legitimidad del endeudamiento sería una buena herramienta para encarar la renegociación. Mirá la entrevista.

En 2018, la población argentina contrajo una deuda multimillonaria en dólares. Por mucho que la busquemos, no la vamos a ver en ninguna ruta ni en ningún presupuesto de educación, ciencia o salud: se la fugaron.

Según un reciente informe del BCRA, en los últimos años se fugaron USD86 mil millones de sobre USD100 mil millones de nueva deuda. Para Claudio Lozano es necesario determinar quiénes fueron los actores que posibilitaron el fraude. Debemos encontrar a los responsables de la situación en la que la población argentina se encuentra ahora. Porque los gobernantes no toman deuda. No la pagarán con sus bienes, la pagaremos todos.

“Ha primado una idea de que si tenemos una relación amigable con los mercados la suerte de la negociación va a ser más favorables. Creo que hay mucha experiencia que eso dice que no es exactamente así. Cuando uno ve el informe del BCRA, ¿qué es lo que falta ahí? Faltan los nombres”, Claudio Lozano.

Para el director del Banco Nación hay que investigar 3 cosas. Primero, determinar los bancos que sin licitaciones colocaron la deuda argentina y a dónde. Segundo, quiénes son los funcionarios responsables de llevar adelante el proceso de endeudamiento y su relación con los bancos. Tercero, quiénes fugaron los capitales.

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La determinación de estos elementos podría servir para evaluar la legitimidad del endeudamiento y eso resultaría, según Lozano, en una herramienta potente al momento de la negociación.

Se trata de tareas difíciles de emprender, ya que, ingenuidad aparte, muchos de los responsables fueron los mismos gobernantes. Sin embargo, Lozano cree que, entre la situación excepcional de la crisis mundial y el nuevo gobierno, se abre la posibilidad para plantear discusiones que de otra manera serían inviables.